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Los guías turísticos exigen al alcalde que no se restrinja la llegada de cruceros al puerto de Palma

Recuerdan que se han reducido un 17% en cuatro años y sólo representan el 11% de los visitantes

Consideran que cobrar a los cruceristas una doble tasa "es un hecho discriminatorio sin argumento"

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

Los guías turísticos exigen al alcalde de Palma, Jaime Martínez (PP), que no se restrinja la llegada de cruceros al puerto y califican como «injustas» las medidas que quiere aplicar el Ayuntamiento de la capital balear en relación a la limitación de estas embarcaciones.

La entidad asegura que los cruceros han sido los únicos que en los últimos cuatro años han sufrido limitaciones, que han llevado a una reducción de escalas del 17%, y actualmente representan sólo el 11% de los visitantes.

Los guías añaden que a esta reducción de escalas hay que añadir «la injusta propuesta» municipal de cobrar a los cruceristas una doble tasa, una por entrar en el puerto y la otra por entrar en Palma, lo que, según el portavoz Alex Fraile, «es un hecho discriminatorio que carece de argumentos y pedimos al alcalde Martínez que deje de estigmatizar al sector».

Para los guías, otro gran error que puede cometer el Ayuntamiento es priorizar los cruceros pequeños, ya que éstos «son mucho más contaminantes». Además, exigen gestionar mejor los flujos haciendo posible la entrada de los visitantes por diferentes puntos de Palma y así evitar los colapsos puntuales.

La asociación asegura que «el turismo de cruceros es un turismo de alto valor añadido, en general, familias que muestran interés por la cultura y tradiciones del destino, realizan el gasto medio diario más elevado de todos los turistas que nos visitan y todo ello sin consumir territorio».

La asociación integrada en la patronal Pimem asegura que en el debate sobre la masificación, resulta curioso comprobar cómo en un periodo de cuatro años se ha llevado a cabo una limitación a los cruceros, mientras que las plazas hoteleras han crecido en un número de 115.000 y el aeropuerto tiene programada una actividad de 2.800 operaciones. Pero donde más apuntan los guías es a la oferta vacacional ilegal.

Descontrol en la oferta vacacional ilegal

Biel Rosales, su presidente, asegura que «los colapsos que vive Palma son en gran medida por la oferta descontrolada de vivienda vacacional no regulada. Es indispensable que la administración centre sus esfuerzos en los que no cumplen y no en los que hacen bien las cosas, sean del sector que sean».

Sobre la idea de crear grupos pequeños, la asociación lo ve absurdo ya que supondría dividir más a los grupos y multiplicar los guías y los autocares. Si el objetivo, según Rosales, es el de mejorar la movilidad «se trataría de ordenar los puntos de flujo y habilitar puntos de descarga, pero evitando que todos los grupos se concentren en el mismo sitio».

Siguiendo con la necesidad de poner el punto de mira en la oferta ilegal, la asociación pide medidas para terminar con la oferta conocida como free tour ya que, aunque hay gente que los realiza cumpliendo con todos los requisitos legales, hay muchísimos que no lo hacen.

«No puede ser que en la plaza de Cort, en las mismísimas puertas de nuestro Ayuntamiento, tengamos una actividad ilegal llevada a cabo por guías que no son titulados y fomentan la economía sumergida. Hay que prestigiar la profesión y regular la actividad”. En este sentido, Rosales ha propuesto que se dote a la Policía Local de las competencias necesarias para identificar y sancionar tanto a aquellos que realizan esta actividad como a las empresas que les contratan.

Desde el gobierno municipal, la portavoz Mercedes Celeste, precisó a este respecto que la intención del alcalde al anunciar la semana pasada el paquete de medidas de sostenibilidad turística y ambiental es que «se hablase de este tema» en la Mesa del Govern del pacto social por la sostenibilidad en Baleares.

«Lo que queremos es pasar de la percepción a algo tangible, con datos compartidos por todo el mundo y que cada uno los interprete. Hemos de hablar de cruceros, turismo, saturación y vamos a debatir de todo esto, y las conclusiones serán las que sean. No se trata de prohibir ni imponer, sino de dar datos y concluir lo que es mejor para todos, para hacer sostenible la principal industria de estas islas».