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El Gobierno de Sánchez desprecia el carismático Social Club y la pasarela del Marítimo y lo tirará todo

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

El Gobierno de Pedro Sánchez, en concreto el Ministerio de Hacienda, desprecia y demolerá el carismático Social Club y la pasarela sobre el Paseo Marítimo tras rechazar las alegaciones presentadas por el concesionario de estas emblemáticas instalaciones.

En su resolución sobre la declaración de la necesidad de ocupación de bienes y la adquisición de los derechos afectados por el proyecto de reurbanización de este espacio que estará patas arriba año y medio, la Delegación del Gobierno en Baleares desoye cualquier propuesta presentada por los afectados.

Una decisión sorprendente si tenemos en cuenta, como el concesionario afirma en sus alegaciones, que el lugar que se pretende demoler se encuentra catalogado, como parte del edificio Mediterráneo, en el Plan General de Palma desde el año 1998.

Y fue protegido por dos motivos. En primer lugar, por ser «importante como testimonio de la arquitectura del ocio, pero también por su peculiar estructura escalonada y por su significación histórica, caso de la potenciación del Paseo Marítimo y del desarrollo turístico de la Isla».

Sin embargo, para la delegada socialista del Gobierno, Aina Calvo, lo que importa es un proyecto de obras de Autoridad Portuaria de Baleares (APB) que no ha sido consensuado con nadie.

«Para la ejecución de las obras de remodelación del Paseo Marítimo, resulta imprescindible la afectación de las citadas concesiones para cumplir con los objetivos de la remodelación del citado Paseo Marítimo», afirma Calvo.

La delegada del Gobierno subraya que «en base al planeamiento urbanístico vigente, Plan Especial del puerto de Palma y PGOU, y en el informe recabado del Ayuntamiento de Palma, debe descartarse que los edificios correspondientes al expediente expropiatorio se traten de construcciones protegidas por la normativa urbanística».

Con un gobierno municipal socialista que ha sido derrotado en las urnas, entre otras cuestiones, por despreciar la participación ciudadana y no consensuar nada con nadie, según Delegación del Gobierno, «el proyecto de remodelación del Paseo Marítimo no precisa informe de la Comisión de Centro Histórico ya que en las actuaciones previstas en este proyecto, no se encuentra ningún edificio protegido o catalogado», por lo que también niega el valor histórico-turístico de estas construcciones.

Lo importante para Delegación del Gobierno es que «la ejecución de las obras se ha previsto de la forma más eficiente posible», y en este sentido prevé que la demolición de la emblemática pasarela y de la discoteca Social Club se efectúe el próximo otoño, nueve meses después del arranque de estas polémicas obras.

Por último, y en relación a los trabajadores y proveedores que podrán verse afectados por la finalización de la concesión, el Gobierno de Sánchez deja clareo que no tienen derecho a indemnización alguna, independiente de si son arrendatarios, y que tampoco ostentan derecho alguno sobre el objeto de la expropiación.

Por todo ello decreta la expropiación para su derribo de un establecimiento de baños y sala de fiestas en Paseo Marítimo del Puerto de Palma, y de una pasarela sobre el mismo que sirve de unión con la explanada ubicada en el lado opuesto del Hotel Mediterráneo.