CASO CURSACH

Se elevan a 180 las pruebas que omitió el fiscal Herranz en el juicio contra el capo de Mallorca Cursach

Las 180 pruebas fueron remitidas a la Audiencia de Palma pero incomprensiblemente no fueron utilizadas

La mayor parte de las pruebas son conversaciones intervenidas y declaraciones de testigos contra Cursach

OKDIARIO desvela la grabación que incrimina a Cursach y que el fiscal omitió para dejarle escapar

Lo del capo de Mallorca Cursach

Se elevan a 180 las pruebas que omitió el fiscal Herranz en el juicio contra el capo de Mallorca Cursach

Se elevan a 180 las pruebas contra el empresario de la noche Bartolomé Cursach y los 17 acusados en el caso que omitieron los fiscales anticorrupción Tomás Herranz y Juan Carrau durante la celebración del juicio en la Audiencia de Palma por el mayor caso de corrupción registrado en Baleares en la última década. De forma incomprensible y mediante un trámite insólito en la ley procesal, pocos días antes del juicio el fiscal Herranz eliminó del escrito de acusación 180 pruebas que figuraban en el sumario y que presuntamente incriminaban a Cursach.

OKDIARIO ya desveló que Herranz había omitido un centenar de pruebas. Ahora, con la  documentación en poder de este digital, el número de pruebas omitidas se eleva a 180 y entre ellas están las grabaciones que señalan al celador municipal y empleado de Cursach, Julià Garau, y al número 3 del Grupo Cursach y antiguo jefe de la Policía Local de Palma, Antonio Bergas. Se da la circunstancia de que tanto Garau como Bergas figuraban inicialmente como acusados por el fiscal anticorrupción Juan Carrau.

Las conversaciones mantenidas por Bergas y Garau que ya ha publicado OKDIARIO demuestran el presunto trato de favor que recibía Cursach por parte de la Policía Local y los regalos que hacían a la jefa de Disciplina Urbanística, Joana Ballester. Los regalos eran presuntos sobornos para que el Ayuntamiento no persiguiera las irregularidades urbanísticas que cometía Cursach en su gimnasio Megasport y en las discotecas Tito’s, Pacha y BCM.

La mayor parte de las 180 pruebas se refieren a conversaciones telefónicas intervenidas por el Juzgado de Instrucción número 12 y diligencias diversas como declaraciones de testigos, fotografías  y varios informes y documentación oficial.

El fiscal Herranz, además, antes de dejar escapar a Cursach renunció durante el juicio a interrogar a 54 testigos clave al tiempo que centró sus esfuerzos en intentar desacreditar a los que sí comparecieron como es el caso de dos policías locales que habían denunciado supuestos casos de corrupción relacionados con el caso Cursach.

Pruebas contra Cursach.
Más documentos sobre la relación de pruebas contra Cursach que omitió el fiscal Herranz.

Entre las 180 pruebas que omitió el fiscal Herranz durante el juicio hay documentos que acreditan la desaparición de sanciones contra los locales del Grupo Cursach y el trato desigual a la competencia del empresario de la noche por parte de policías y funcionarios del Ayuntamiento de Palma.

Con la no utilización de estas 180 pruebas se eliminaron del juicio todas las actuaciones coercitivas ejercidas por el Grupo Cursach sobre los locales de ocio nocturno que le hacían la competencias así como el trato de favor recibido por las discotecas y el gimnasio del empresario de la noche mallorquina.

También despareció del juicio los pases VIP gratis al gimnasio Megasport que recibían policías y funcionarios del Ayuntamiento de Palma.

Las 180 pruebas que desaparecieron del escrito de acusación presentado por el fiscal anticorrupción Tomás Herranz no sólo figuraban en el sumario sino que además fueron remitidas por el Juzgado de Instrucción número 12 a la Audiencia de Palma el 7 de septiembre de 2020 según se demuestra en un documento que también obra en poder de este digital.

En el centenar de pruebas ocultadas hay miles de documentos incautados a los procesados, discos duros, ordenadores, informes informáticos, vídeos, grabaciones de audio, actas de intervenciones de la Policía, declaraciones de testigos protegidos, documentación sobre inspecciones a locales de Cursach y de la competencia, conversaciones telefónicas intervenidas por la Policía y un largo etcétera.

Es sólo un ejemplo de lo sucedido en el juicio del caso Cursach donde los fiscales anticorrupción centraron sus esfuerzos en desacreditar a los testigos y en exculpar a los acusados para a continuación acusar a los instructores del caso, el fiscal Miguel Ángel Subirán y el juez Manuel Penalva.

La realidad es que Cursach pasó de estar acusado de hasta quince delitos graves a salir absuelto de todo mientras que los instructores Penalva y Subirán se enfrentan a un juicio.

El mismo fiscal

Es, precisamente, el mismo fiscal que entre lágrimas pidió perdón por las acusaciones y dejó escapar al empresario de la noche, Bartolomé Cursach, y a todos los acusados de múltiples delitos, quien ha firmado el escrito en el que pide apertura de juicio oral contra Penalva y Subirán. En el escrito remitido al Tribunal Superior de Justicia de Baleares el pasado 18 de enero, Herranz y el otro fiscal anticorrupción, Fernando Bermejo, solicitan 118 de prisión para Penalva y 121 años para Subirán.

A tenor de los datos que se van conociendo, todo indica que desde el principio la misión era presuntamente cuestionar y desacreditar a los testigos, exculpar a todos los acusados y actuar contra los instructores Penalva y Subirán. De hecho, para poder procesar a Penalva y Subirán era preciso exculpar a los acusados, dado que si eran condenados se avalaba el trabajo de los instructores. La desacreditación de los testigos ya ha tenido una primera consecuencia como es la denuncia presentada por dos policías locales de Palma ante la Fiscalía General del Estado contra el fiscal Tomás Herranz.

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