El alcalde socialista de Palma deja en la estacada y sin mercadillo a más de 200 familias vulnerables
El alcalde socialista de Palma, José Hila, deja en la estacada y sin mercadillo a más de doscientas familias vulnerables, y no materializa la promesa realizada en marzo pasado de recuperar y trasladar al polígono de Son Morro el popular rastro de los sábados que, estos dos años de pandemia, ha estado suspendido, y que se llevaba a cabo, en el aparcamiento público de Son Fuster en el polígono de Son Castelló.
Pero ni los industriales de ASIMA son favorables a su regreso a este parking municipal al aire libre por todos los inconvenientes asociados a esta actividad, básicamente, en materia de generación de residuos, ni los empresarios instalados en Son Morro tampoco lo quieren allí por los problemas que provocaría en materia de accesibilidad, por lo que se antoja complicada la solución a corto plazo.
Y más aún, tras el cese el pasado mes de junio del concejal de Podemos del área de Promoción Económica, Rodrigo Romero, principal impulsor de su reapertura en Son Morro que no pudo materializar antes de su destitución, por la falta de apoyos y de informes favorables de áreas municipales controladas por los socialistas, caso del edil de Medio Ambiente y presidente de la compañía municipal, Emaya, Ramon Perpinyà, y del concejal de Movilidad, el también socialista Francesc Dalmau.
Ahora con su sucesor en el cargo, el exgerente de la Empresa Funeraria Municipal (EFM), Jordi Vilà, al frente del departamento de Promoción Económica, no parece que este asunto vaya a ser una prioridad, teniendo en cuenta que falta de menos de un año para las próximos comicios, y las relaciones entre las tres formaciones del gobierno municipal, están muy deterioradas.
Pese a que los interesados iniciaron un proceso de recogida de firmas con más de 400 rúbricas instando a su recuperación, por ahora, no las han entregado en el registro del Ayuntamiento de Palma, porque la salida de Romero del gobierno municipal dio al traste con el proyecto.
En caso de que no se materialice la recuperación del tradicional rastro de los sábados, Palma será la única capital de España que no cuente con un mercadillo para la venta ambulante legal, ya que la ilegal campa a sus anchas por las calles, playas y plazas de la capital balear.
Y sitio para ponerlo hay, dado que otra de las propuestas que se barajó fue el aparcamiento municipal de Son Fusteret, donde se ubica la tradicional Fira del Ram a finales del mes de febrero y que cumple con todas las condiciones para albergar el rastro. Pero la falta de voluntad política del alcalde Hila impide materializar una alternativa social a corto y medio plazo a estos dos centenares de familias vulnerables.