El alcalde en su despacho ignora el coste de la vida en Palma y gasta 16.000 euros en un estudio
El alcalde, José Hila, encerrado en su despacho desconoce el coste de la vida en Palma, y encarga un estudio para tal fin, en el que gastará 16.000 euros y cuya tramitación ha corrido a cargo del área de Bienestar Social presidida por el edil independentista de Més, Antoni Noguera.
Tras siete años gobernando en la capital balear, la coalición de gobierno de socialistas, independentistas de Més y Podemos, desconoce si han subido o bajado los precios, y quiere ahora comprobar si la inflación disparada, el precio de la vivienda que ya es inasequible para los residentes por las políticas restrictivas impuestas desde el Govern de la socialista, Francina Armengol, y el combustible escalando por los dos euros, es lo que está ocurriendo en realidad, tal y como dice cualquier ciudadano a pie de calle.
Como se expone en la justificación de su realización, la situación vivida en los dos últimos años, «primero con la declaración de la pandemia, la posterior crisis social y la crisis actual producida por la invasión de Ucrania, hacen del todo necesario un estudio esmerado sobre el coste de la vida en la ciudad de Palma», todo ello, con la supuesta finalidad de establecer las cuantías sociales previstas en el catálogo de prestaciones lo más ajustado a la realidad.
No parece que la inflación sea un dato válido para actualizar el importe de estas ayudas, sino que será ese estudio que ha salido ya a concurso para recibir ofertas para su redacción, el que permitirá fijar cuál es el coste de la vida en la ciudad de Palma, y servirá de base para establecer las cuantías del próximo catálogo de prestaciones municipales a aprobar a finales del año 2022.
Eso sí, viniendo de quien viene el encargo, el edil independentista de Més, Antoni Noguera, la metodología que se utilizará para su redacción tiene ya el tufillo anti turístico de esta formación.
Tal y como se expone en las bases del criterio de selección «Palma es una ciudad con un alto porcentaje de afluencia turística que incrementa exponencialmente los precios, convirtiéndola en una de las más caras de España; caracterizándose además por la estacionalidad de su ocupación laboral y por tener, en el año 2022, uno de los precios de vivienda por metro cuadrado más altos de España».
Con las bases ideológicas trazadas del por qué se produce el encarecimiento del coste de la vida, el estudio es ya coser y cantar para su autor que deberá calcular el coste de la vida, fijando los precios de la cesta básica de la compra, el de la vivienda, y que debe tener presente las diferentes unidades convivencias existentes que pueden plantearse.
Curiosamente a la hora de elegir al redactor de ese informe, lo que más puntúa es la oferta económica más barata (la mitad de los 100 puntos totales) y lo que menos importa es la experiencia en este tipo de estudios, apenas diez. Y ello pese a que se reconoce en las bases de la convocatoria la importancia de este extremo, porque «permite focalizar los puntos más importantes a desarrollar y resolver los inconvenientes que puedan surgir aportando un plus de calidad en la ejecución». Pero a la hora de valorarlo es lo que menos importa.