El 70% del bolsín de médicos de Atención Primaria en Baleares no tiene título de catalán

El 70% de los médicos del bolsín de Atención Primaria en Baleares no tiene título de catalán, pero pese a conocer este dato y la falta de sanitarios que hay en las Islas, la presidenta del Govern, Francina Armengol, antepuso esta semana su interés político en mantener la coalición con los independentistas de Més, e impuso el requisito de catalán a los sanitarios que quieran estabilizar su empleo en la Sanidad pública balear.

El alto porcentaje de médicos que no posee la titulación requerida para lograr una plaza fija en un centro de salud en las Islas, pone en evidencia, el problema que supone para la captación y fidelización de profesionales sanitarios, la imposición de la acreditación de las titulaciones en esta lengua aprobada por el Ejecutivo balear.

El personal sanitario que quiera tener una plaza fija en Baleares deberá acreditar un nivel B2 de esta lengua cooficial, tras decidir el Ejecutivo de coalición de PSOE, independentistas de Més y Podemos, incluir el requisito de catalán en base al decreto 6/2022, eliminando así para los sanitarios la ley de Capacitación Lingüística 4/2016, que permitía exonerarles en categorías deficitarias de profesionales, como son los médicos y las enfermeras.

De en torno a los 230 médicos que componen esa bolsa para cubrir sustituciones, bajas, excedencias, etcétera, sólo un 32% tienen la acreditación de la titulación requerida de catalán en Atención Primaria.

Un dato que es de sobra conocido por la consellera socialista de Salud Patricia Gómez, que ha antepuesto su interés político por mantener la coalición con los independentistas de Més hasta final de la legislatura y sellar el preacuerdo para la siguiente, que en una Sanidad balear donde hacen falta 800 médicos (350 sólo en Atención Primaria) y hasta 3.000 enfermeras para llegar a la ratio europea de 8,5 por cada 1.000 pacientes, como viene de denunciando el sindicato SATSE en una comunidad que es la quinta del país con menos profesionales del ramo, según los datos del Consejo General de Enfermería.

La salud al final no ha prevalecido ante la lengua, como la presidenta socialista dijo, para después de anteponer sus intereses políticos personales.

De hecho hay médicos que preguntan al Sindicato Médico de Baleares (SIMEBAL) antes de decidirse por trasladarse o no a las Islas, «lo del catalán como está», y generalmente muchos de ellos, se decantan por otras comunidades autónomas.  O como ya sucedió el año pasado, cuando más de un centenar optaron por abandonar la sanidad pública balear por tener una mejor oferta del exterior.

Y es que al catalán se le suma el notable coste de la vida en Baleares, la comunidad con el precio de la vivienda de alquiler y compra más cara de España tras ocho años de gobierno de Armengol, con ciudades como Palma con la cesta de la compra más alta de todo el territorio nacional.

El elemento retributivo es muy importante para unos profesionales que han visto, además, como el gobierno nacional de coalición de socialistas y Podemos, presidido por Pedro Sánchez, bloqueó la actualización del complemento de indemnización por residencia que venía a compensar a los sanitarios desplazados a Baleares, donde la vida es más cara que en Canarias, Ceuta o Melilla.

Sánchez continúa negándose a actualizar el plus de insularidad, lo que representa un agravio comparativo notable con el otro Archipiélago: los médicos de Baleares pueden llegar a cobrar hasta 280 euros menos al mes que los mismos profesionales que ejercen en Canarias. En el caso de las enfermeras, perciben 86,30 euros al mes en materia de indemnización por residencia, por 275 euros que cobran las de Canarias, por no hablar de los 900 euros adicionales que se embolsan los médicos desplazados a Ceuta y Melilla.

Si a ello le sumamos el requisito de catalán, y la falta de sanitarios que hay en España, con el Gobierno de Armengol hay que tener muchas ganas de ejercer la medicina para optar por hacerlo en las Islas.