Vox Andalucía manda a Greta Thunberg «al colegio» y carga contra el ecologismo «radical e histérico»

Macario Valpuesta, diputado de Vox en el Parlamento de Andalucía, ha ‘mandado’ a la ecologista adolescente Greta Thunberg al colegio tras cargar con dureza contra el ecologismo «radical e histérico» de la izquierda. Bajo su punto de vista, esta corriente constituye «una pseudo-religión milenarista con Greta Thunberg como suprema sacerdotisa». Por ello, cree que donde debería estar esta «niña» es «en el colegio».

«Creemos que el ecologismo radical e histérico basado en sentimentalismos, que condena al ostracismo a quienes ponen un ‘pero’ a sus dogmas, constituye hoy una pseudoreligión milenarista con Greta Thunberg como suprema sacerdotisa. Con todos mis respetos, esta niña donde debería estar es en el colegio», ha señalado Valpuesta en el Parlamento andaluz.

«El ecologismo radical e histérico constituye hoy una pseudo-religión milenarista con Greta Thunberg como suprema sacerdotisa»

El diputado de Vox ha definido a su partido como «conservacionista de la naturaleza». «Entre nuestros principios inspiradores está el respeto al patrimonio natural de España, y de todo el planeta», ha continuado Valpuesta, que ha interpretado «este conservacionismo en relación con la preservación de los hábitos de vida rurales, las usanzas tradicionales y la forma sostenible de explotación de los recursos». Es decir, «que lo entendemos en el sentido humanizado, y no en el sentido en el que lo entiende la ecología profunda, que es abiertamente antihumanista».

«Ahora bien, nosotros, y lamento contradecir a la representante de la ultraizquierda, no compartimos el alarmismo climático en el que se encuentran embarcadas las élites internacionales y el Gobierno de la nación. Vox se muestra contrario a las declaraciones de emergencia climática (…), que forma parte de los delirios alarmistas que causan en la población más inquietud y más zozobra que actitudes positivas en mejoras del medio ambiente», ha concluido Macario Valpuesta, que ha finalizando, como explicábamos al comienzo de este artículo, mandando a la «niña» Greta Thunberg al colegio, tras advertir de que el ecologismo «radical e histérico constituye hoy una pseudo-religión milenarista con Greta Thunberg como suprema sacerdotisa».