Pillan a un preso comiéndose su propia oreja en la cárcel de Sevilla I

Prisiones
Cárcel de Botafuegos.

Un preso del centro penitenciario Sevilla I ha sido sorprendido comiéndose un trozo de su propia oreja que se había arrancado él mismo. Los funcionarios descubrieron al interno durante el recuento ordinario, cuando uno de los trabajadores procedió a abrir su celda, aunque se desconoce el instrumento que empleó para autolesionarse.

El recluso fue conducido de inmediato a las dependencias médicas de la cárcel para ser posteriormente evacuado a un hospital de Sevilla, donde recibió la preceptiva asistencia sanitaria, tal y como ha detallado la asociación de funcionarios de prisiones Tu Abandono Me puede Matar (TAMPM).

El reo, de unos 30 años, padece diferentes patologías mentales que le conducen frecuentemente a la autolesión. Ya el año pasado, en este caso en la cárcel de Badajoz, protagonizó un episodio similar de autocanibalismo.

Según detalla ABC de Sevilla, el preso se cortó ambas orejas en la citada prisión extremeña. Y lo hizo, de nuevo, para después comérselas. Entonces empleó una cuchilla adherida a un plástico. Los cortes le provocaron una fuerte hemorragia que le hicieron perder el conocimiento y fue ingresado, en contra de su voluntad, en la unidad de Psiquiatría del centro.

El sindicato Acaip-UGT ya ha denunciado recientemente las dificultades para ofrecer una adecuada atención médica a internos con patologías mentales: demandan más psiquiatras para atender las listas de espera y mejores vías para acceder al historial médico de «una población reclusa masificada».

Agresión con cuchillo de plástico

También en el centro penitenciario de Sevilla I, un reo ha agredido a otro recluso en la enfermería, ocasionándole cortes en la cara y en el cuello, lo que le ha provocado una considerable pérdida de sangre. El agresor utilizó un cuchillo de plástico afilado como objeto punzante, según ha revelado la asociación TAMPM y han confirmado a Europa Press fuentes de Instituciones Penitenciarias.

Los hechos habrían acontecido la mañana del pasado viernes en la enfermería de la unidad de cumplimiento del centro penitenciario Sevilla I. Un interno habría agredido al presidiario que desempeñaba el puesto de ordenanza del módulo, empleando un bolígrafo según la asociación y con un cuchillo de plástico -afilado expresamente para su uso como objeto punzante- según instituciones Penitenciarias.

El reo agredido habría recibido cortes en la cara y especialmente en el cuello, donde habría sufrido una considerable herida sangrante que ha motivado su traslado a un centro hospitalario, si bien ya se ha recuperado de las lesiones y ha regresado a prisión.

Críticas de la asociación

El preso autor de la agresión ha sido objeto de la aplicación del artículo 75.1 del reglamento penitenciario, siendo así limitado aún más su régimen dentro del centro. Además, ha sido asignado a una celda especial acristalada que permite su vigilancia directa en todo momento.

La asociación ha denunciado de nuevo «la escasez de medios tanto materiales como de personal con los que cuentan los funcionarios de prisiones de todo el estado para intentar solventar este tipo de situaciones».

En ese sentido, precisa que el funcionario destinado a la enfermería de la cárcel Sevilla I «en la mayoría de los casos, debe también hacerse cargo de las dependencias deportivas, que incluyen una pista polideportiva y un gimnasio anexo».

Al respecto, la asociación acusa a la Dirección General de Instituciones Penitenciaras de «incumplir continuamente las RPT (Relación de Puestos de Trabajo) de los centros y dejar sin cubrir las bajas por enfermedad, las jubilaciones y los puestos de aquellos funcionarios que pasan a segunda actividad, situación administrativa por la que, tras 35 años de servicio y 57 años de edad, funcionarios de interior pasan a desempeñar labores de oficina».

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