Al menos cinco víctimas

El Obispado de Málaga sabía que el sacerdote detenido por violación tenía pareja pese a su celibato

abusos a menores instituciones religiosas
Un párroco se desinfecta las manos durante la celebración de la Santa Eucaristía (EDUARDO PARRA / EUROPA PRESS).
David García de Lomana

El Obispado de Málaga ha reconocido este martes que sabía que el sacerdote detenido por la presunta comisión de al menos cuatro agresiones sexuales mantenía una relación con una mujer pese a tomar los hábitos y adquirir la promesa de celibato, pero ha negado rotundamente que tuviera conocimiento de los vídeos de sus violaciones.

La Policía Nacional detuvo al párroco el pasado 11 de septiembre en la localidad malagueña de Vélez-Málaga acusado de sedar a varias mujeres para luego, ya inconscientes, agredirlas sexualmente y grabarlo. Fue la pareja sentimental del sacerdote, una feligresa de su parroquia en Melilla, quien encontró en el domicilio que compartían un disco duro con fotos y vídeos. Fue el detonante de la investigación: hay al menos cinco víctimas, cuatro de ellas por violación.

El Obispado de Málaga ha asegurado ser «el primer interesado en que se sepa toda la verdad» sobre el caso, recalcando que no fue hasta agosto de este año cuando la pareja del cura les habló de los vídeos y le instaron a que denunciara.

El portavoz de la Diócesis malagueña, Antonio Moreno, ha exigido que se investigue «hasta el final» lo ocurrido y ha trasladado su mensaje «de apoyo más cercano a las víctimas», con las que se sienten «profundamente comprometidos». a»Se ha comentado que nosotros -el Obispado- conocíamos desde el mes de enero la existencia de estos vídeos, y eso es totalmente falso. En ese momento se conocía la relación que tenía ella con este sacerdote, pero no conocíamos la existencia de esos vídeos», ha insistido en declaraciones a Europa Press.

Según ha explicado, fue posteriormente, ya cerca del verano, cuando la mujer acudió a los sacerdotes para informarles de que había encontrado estos vídeos. «Nosotros fuimos los primeros que le dejamos claro que lo que tenía que hacer era ir a la Policía Nacional y denunciarlo. No teníamos la prueba, por lo que no podíamos hacer nada ni ejercer ninguna otra medida más que decirle que fuera a la Policía, que era la que tenía que iniciar esa investigación», ha apuntado Moreno.

El portavoz del Obispado de Málaga ha indicado que hasta ahora no han tenido confirmación del contenido concreto de esta investigación, pero se han tomado medidas de tipo disciplinario: «Se le han retirado al sacerdote las licencias ministeriales, que es el primer paso para un proceso canónico que vendría más adelante, cuando se confirme todo».

El detenido, que fue ordenado sacerdote en 2017, fue párroco en una iglesia de Melilla, donde vivía con su pareja, y este pasado enero fue destinado a la Diócesis de Málaga. Moreno ha señalado que el traslado fue por motivos de salud.

El cura detenido había estado destinado recientemente en los municipios malagueños de El Burgo y Yunquera y, con anterioridad, en Carratraca y Ardales, también en la provincia de Málaga. Se le atribuyen cuatro agresiones sexuales y cinco delitos contra la intimidad, aunque no se descarta que surjan nuevas víctimas.

Al menos cuatro violaciones

La Policía Nacional informó este pasado lunes de la detención en Vélez-Málaga de un varón de 34 años por agredir sexualmente a varias mujeres a las que sedaba y grababa.

Las víctimas, cinco por el momento, eran todas pertenecientes a su círculo de amistades y fueron sometidas en diferentes años y localidades. El sacerdote habría administrado a las mujeres algún tipo de narcótico que anulaba su estado de consciencia a fin de cometer las violaciones, por lo que las víctimas no eran conscientes de haber sido tal, según ha confirmado la Policía. El arrestado ha ingresado ya en prisión provisional.

La investigación arrancó en agosto, cuando una mujer que afirmó ser pareja sentimental del detenido denunció en la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) de Melilla que había encontrado en la vivienda de ambos un disco duro con fotografías y vídeos en los que aparecían varias mujeres semidesnudas, dormidas o bajo los efectos de algún sedante, y que eran sometidas por un hombre a todo tipo de prácticas sexuales.

La novia del sacerdote realizó una copia del disco duro y lo entregó en la Comisaría de Melilla. Tras un análisis exhaustivo del material gráfico, los investigadores constataron que en algunos de los vídeos se mostraba al sacerdote agredir sexualmente a diferentes mujeres en estado de inconsciencia.

Desde el Ayuntamiento de El Burgo, uno de los municipios malagueños donde el sacerdote había estado destinado, han emitido un comunicado asegurando «no tener conocimiento por parte de las autoridades competentes de que exista algún dato para pensar que haya ocurrido en el entorno de nuestro pueblo cualquiera de las acciones denunciadas».

La investigación continúa abierta ya que los agentes creen que podría haber nuevas víctimas en Melilla, Málaga o Córdoba, lugares en los que el sacerdote ha residido y donde pudo ampliar su círculo de amistades.

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