Andalucía
Ni en el PSOE soportan a su líder

Ni los socialistas aguantan a Sánchez: salen a fumar decenas de personas cuando habla el Presidente

Decenas de socialistas han aprovechado el momento en el que hablaba Pedro Sánchez para salir a fumar durante el acto que este sábado celebra el socialismo en Sevilla. Y es que ya son pocos los que aguantan al presidente del Gobierno, tal y como se desprende de los hechos. Y es que ha sido terminar su discurso Felipe González y, cuando se dirigía Sánchez al atril, muchísimas personas se levantaban de sus asientos para ir al baño, a fumar, o a beber agua. Desde luego, no les interesaba mucho lo que dijera el presidente de su partido.

A quien sí han atendido es al ex presidente del Gobierno Felipe González, que ha realizado este sábado un llamamiento a «preservar como un tesoro la convivencia» en España, que era su «prioridad número uno» hace 40 años, en 1982, cuando ganó por primera vez con mayoría absoluta las elecciones generales, porque, según ha advertido, «sin convivencia en paz y libertad, todo lo demás es liviano, se puede caer y se puede volver atrás».

Así lo ha proclamado el también ex secretario general del PSOE en el transcurso de su intervención en el acto central organizado por el partido para conmemorar el histórico triunfo del 28 de octubre de 1982, cuando los socialistas lograron una mayoría absoluta traducida en 202 escaños en el Congreso de los Diputados que no se ha vuelto a repetir posteriormente en la etapa democrática española.

Ante un auditorio lleno de público en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla, con capacidad para más de 3.150 personas, y compartiendo protagonismo con el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Felipe González ha dedicado su intervención a «conmemorar y recordar» aquella victoria electoral y las decisiones más significativas de sus primeros años de gobierno, porque «quien no sabe de dónde viene tampoco sabe a dónde va», ha advertido en un mensaje dirigido a los jóvenes.

González ha señalado que, en aquel octubre de 1982, su «principal propósito» era garantizar la «convivencia» en España, y ha defendido que esa debe ser «la prioridad número uno» en el país actualmente. «Tenemos que preservar como un tesoro la convivencia», porque «sin convivencia en paz y libertad todo lo demás es liviano, se puede caer y se puede volver atrás», ha advertido el expresidente, cuyo discurso se ha visto interrumpido en varias ocasiones por sonoros aplausos de los asistentes.