Andalucía
Crisis del coronavirus en Andalucía

Espadas (PSOE) deja a los trabajadores del crematorio de Sevilla sin medios ni protección: «Es una vergüenza»

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, del PSOE, ha dejado a los trabajadores del crematorio de la localidad completamente desabastecidos ante la crisis del coronavirus. «Están sin medios ni protección», aseguran a OKDIARIO fuentes municipales, que recuerdan que, pese a que el crematorio debería tener seis hornos, sólo tiene tres y uno está estropeado.

Los trabajadores del crematorio de Sevilla confirman esta información, y recuerdan que pese a que no se puede cerrar «porque es un servicio esencial».

Desde el momento que una persona muere, el cadáver es un transmisor muy potentes de virus, bacterias y enfermedades, además del propio coronavirus. Sin embargo, ante la epidemia, el Ayuntamiento de Sevilla no ha reforzado un crematorio cuyos trabajadores creen que está abocado al colapso.

«Tenemos que estar a pie de cañón y lo estamos demostrando», explica uno de los trabajadores a OKDIARIO. «Nosotros seguimos haciendo el mismo trabajo que hacían las 12 personas que había en la unidad del cuerpo crematorio, pero ahora no somos 12, tenemos a dos personas de baja, y otro compañero tiene más de 60 años y está en casa. Somos nueve personas, y de esos nueve, cuatro nos podríamos ir ahora mismo a casa si nos acogemos al Real Decreto porque somos grupo de riesgo», explica el empleado.

«Sabemos que vamos a estar desbordados y no vamos a dar abasto. Es una vergüenza que en Sevilla, de los tres hornos crematorios que tenemos, que deberían ser seis, tenemos uno estropeado. Ya avisamos el año pasado, pero en el Ayuntamiento de Sevilla no hacen nada. Esto necesita un mantenimiento», continúa el trabajador municipal.

Además, el Ayuntamiento de Sevilla de Juan Espadas no ha dado a estos empleados los productos adecuados. «No tenemos guantes, se me partió una mascarilla y ya no nos dan más. Los que tenemos que protegernos, no nos podemos proteger. Estamos desabastecidos, sin material», concluye un desesperado empleado del crematorio de Sevilla.