Sucesos

Se encuentra 4 millones en una mochila y destapa el mayor laboratorio de Europa de billetes falsos de 500

Billetes 500
Una máquina de detección de billetes falsos de 500 euros (EUROPA PRESS).

Una operación conjunta de la Policía Nacional y los Mossos d´Esquadra, coordinada por Europol, ha permitido la desarticulación de la organización criminal detrás del «laboratorio más importante y activo de Europa de la última década» de falsificación de billetes de 500 euros. Hay 12 detenidos, incluido el líder de la banda, un español que ya estuvo en prisión por hechos similares.

La compra de una bicicleta eléctrica en una tienda de Barcelona mediante dos billetes de 500 euros y el hallazgo por parte de un vecino de una mochila con 4,3 millones permitieron desmantelar la red criminal, que producía billetes de 500 de gran calidad, casi indetectables.

Los investigadores consideran que el laboratorio habría producido algo más de ocho millones de euros falsos en los apenas tres meses que el laboratorio estuvo en funcionamiento. Cabe recordar que el Banco de España dejó de emitir billetes de 500 en 2019 y ahora están en vías de extinción en nuestro país.

Entre los arrestados se encuentra Tomás, un hombre de nacionalidad española de unos 50 años al frente de la impresión de los billetes morados y que ya cuenta con antecedentes por falsificación de moneda. La organización criminal se servía de la financiación de narcotraficantes para producir los billetes falsos que luego adquirían para la distribución de drogas.

En el operativo se han llevado a cabo nueve entradas y registros en naves industriales y caravanas en las provincias de Málaga, Alicante, Barcelona, Teruel y Valencia.

El cabecilla, detenido en 2009

Las pesquisas policiales comenzaron a mediados del año 2021, al detectarse la circulación de billetes falsos de 500 euros de una gran calidad, cuya incidencia afectaba a gran parte del territorio nacional, según han explicado este jueves en la sede del Banco de España -donde han mostrado los billetes y la maquinaria, procedente de China- los responsables de la operación.

Los agentes vieron similitud con la modus operandi utilizado por Tomás, el impresor de billetes con «alto conocimiento en artes gráficas» que ya fue detenido en 2009 por hechos similares. Su paso por la cárcel de Picassent (Alicante) le permitió contactar con el resto del grupo, cuyo núcleo duro estaba integrado por seis personas, todas ellas detenidas y que han ingresado de nuevo en prisión.

En el tiempo que estuvo en libertad, Tomás consiguió montar de nuevo un taller de impresión en una nave en la provincia de Valencia, aunque su operativa de compra de material en China se vio afectada por la pandemia de Covid-19. Llevaba una vida con comodidades junto a su mujer y la hija pequeña de ésta.

En la nave hizo acopio de material proveniente de China como papel de gran calidad y tinta profesional para la falsificación de billetes de 500 euros, con una revalorización del 5% previo acuerdo con organizaciones criminales, entre ellas redes de narcotráfico de países de Europa del Este.

La mochila

Por su parte, la Unidad Central de Falsificación de Moneda de los Mossos gestionó el aviso de un vecino que encontró en una localidad cercana a Barcelona una bolsa que contenía en su interior algo más de cuatro millones de euros en billetes falsos de 500. Este vecino alertó a la policía tras percatarse de que al dinero le faltaba el característico sello holográfico.

En paralelo, los Mossos habían interrogado en una comisaría a una persona que había pagado con dos billetes de 500 euros para comprar una bicicleta eléctrica en una tienda de Barcelona. La alarma saltó cuando el propietario del comercio quiso ingresar el dinero en el banco. Ocurrió dos días antes del hallazgo de la mochila en un paraje junto a una vivienda: un miembro cómplice de la organización criminal había escondido el dinero al enterarse del arresto del compañero que compró la bicicleta.

Una de las primeras gestiones realizadas fue remitir los billetes hallados en Barcelona a los especialistas de Policía Científica con la finalidad de identificar a las personas que pudieron tener acceso a los mismos. Esto permitió la identificación del impresor y de cinco personas más, muchos de ellos de su entorno más cercano.

Este grupo criminal buscaba de nuevo financiación con la idea de trasladar el laboratorio a otro lugar e iniciar el proceso de producción de billetes de 500 euros falsos. Inicialmente pensaron en Brasil, pero se decantaron finalmente por Francia.

Fase de explotación

Con toda la información recopilada y con la nave del material de impresión localizada, se decidió la explotación operativa de la investigación llevando a cabo las detenciones de manera simultánea en las provincias de Málaga, Valencia, Alicante y Barcelona, donde se registraron seis domicilios y dos naves industriales, además de una caravana en Teruel.

La investigación ha sido tutelada por el Juzgado de Instrucción nº 4 de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) y se han practicado entradas y registros en Xirivella, Sagunto (Valencia), Altea, La Nucía (Alicante), Terriente (Teruel), Sant Cugat del Valles (Barcelona) y Cervelló (Barcelona). La Audiencia Nacional tiene ahora que decidir si asume o no la causa.

Los detenidos pasaron a disposición judicial imputados por los delitos de la falsificación de moneda y pertenencia a grupo criminal, ingresando en prisión los principales investigados (seis), incluido el impresor y líder del grupo.

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