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Málaga

Detenidos los tres okupas que mandaron al hospital a un británico que intentaba recuperar su casa

La Guardia Civil ha detenido a tres personas tras la denuncia presentada por el propietario de un inmueble, de nacionalidad británica, que sufrió una violenta agresión al intentar recuperar su vivienda okupada en Manilva (Málaga) a finales del pasado mes de mayo.

La víctima, un hombre de 52 años originario de Liverpool (Reino Unido), viajó desde su país advertido por sus vecinos. Había varias personas viviendo en su piso, situado en una urbanización de El Puerto de la Duquesa, en la Costa del Sol, donde este británico pasa sus vacaciones desde hace años.

El propietario exigió a los okupas que abandonaran de inmediato la vivienda, iniciándose una disputa que acabó con el hombre recibiendo un botellazo en la cabeza. Terminó en el hospital, totalmente ensangrentado, con cortes en el rostro, en los brazos y en las manos. Los okupas defienden que residen en la vivienda de forma legítima.

Según han trasladado fuentes de la Guardia Civil, el Instituto Armado había abierto unas diligencias por estos hechos y había identificado a todas las personas involucradas en la okupación de esta vivienda, que estarían relacionadas con otra contigua en la que habrían ocultado parte de su mobiliario sustraído.

Las mismas fuentes han indicado que como continuación a todas las actuaciones judiciales y policiales en curso, este miércoles se ha ejecutado una entrada y registro judicial en la vivienda que permanecía okupada, siendo detenidas tres personas.

Por el momento, a los arrestados se les investiga por los presuntos delitos de defraudación del fluido eléctrico, tráfico de drogas y receptación del mobiliario sustraído en la vivienda del británico agredido.

La okupación, que en verano cobra especial relevancia al desplazarse algunos propietarios a su segunda residencia, sufrió este pasado viernes un desalojo masivo en Alcobendas (Madrid), cuando los antidisturbios vaciaron un bloque de 60 viviendas okupadas por unas 300 personas, 180 de ellas menores de edad. Algunos abandonaron el edificio de forma pacífica y otros se enfrentaron a la autoridad. El impresionante despliegue policial se saldó con dos detenidos.