17 de agosto

El independentismo planea convertir el aniversario de los atentados en un acto por el referéndum

Atentado Barcelona
Cabecera de la manifestación, el año pasado.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El independentismo prevé utilizar el ‘escaparate’ del homenaje a las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils, el 17 de agosto, para escenificar sus proclamas separatistas.

Así ocurrió ya el año pasado, durante la gran manifestación en Barcelona. Entonces, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) pidió a miles de personas que se colocaran estratégicamente detrás de la cabecera para inundar la marcha con esteladas. Un grupo de manifestantes recibió al entonces president, Carles Puigdemont, con gritos de «independencia», abucheó al Rey y al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a quienes acusaron de vender armas a Arabia Saudí. Pese a la polémica, Puigdemont enmarcó las críticas en un ejercicio de «libertad de expresión». 

En esta ocasión, el frente de las críticas es, sobre todo, el Rey, y su discurso, el pasado 3 de octubre, en el que acusó a Puigdemont de «deslealtad inadmisible a los poderes del Estado» e instó a «asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones».

‘Boicot’ al Rey y acto alternativo

Esta vez no habrá manifestación, sino un acto «austero, sencillo y emotivo», en palabras del Ayuntamiento de Barcelona, que apenas durará media hora y que consistirá en una interpretación musical de los alumnos de las Escuelas Municipales de Música y el Conservatorio municipal y una ofrenda floral.

Pero la asistencia confirmada de los Reyes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los líderes de PP y Ciudadanos, Pablo Casado y Albert Rivera, ha calentado la organización del homenaje y también al entorno independentista, donde se reclama un ‘boicot’ y una crítica severa por su postura ante el referéndum ilegal y la posterior aplicación del artículo 155 de la Constitución.

Desde los sectores más radicales se exige incluso al Gobierno catalán que manifieste su rechazo a la presencia del Rey con un ‘plantón’ y un homenaje alternativo. 

Todo, con la connivencia de la clase política secesionista, cuyo president, Quim Torra, presionó a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, para que no invitase al monarca porque «no es el Rey de los catalanes». La regidora-en quien recae la organización del acto- optó, finalmente, por hacer lo propio y no cursar invitaciones.

Pese a ello, el Rey estará en Barcelona junto a los líderes de los principales partidos, Pedro Sánchez, Pablo Casado y Albert Rivera.  El presidente del Gobierno confirmó este lunes, tras despachar con el monarca en el Palacio de Marivent, que el Rey y la Reina acudirán a Barcelona para liderar el acto «contra el terrorismo y en solidaridad con las víctimas». Sánchez destacó que el Rey ha defendido la «pluralidad» y la «diversidad» y ha demostrado su voluntad de «tender puentes» con Cataluña.

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