El pintoresco pueblo BIC a 150 kms de Madrid con castillo medieval del siglo XV e increíbles jacuzzis naturales
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El jacuzzi natural a una hora de Madrid
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Esta desconocida joya medieval del siglo XV es un castillo que presume la Torre del Homenaje más alta de España

A unos 150 kilómetros de Madrid, se encuentra un pueblo de Ávila con una marcada huella histórica. Se trata de un pueblo BIC (declarado Bien de Interés Cultural). Durante la Edad Media cumplió su papel como enclave comercial y de paso en la trashumancia hizo que prosperara bajo el dominio de la Casa de Alburquerque, consolidando su casco histórico y su patrimonio militar.
Además de su fortaleza del siglo XV, este pueblo BIC sorprende por el entorno natural que lo rodea. Ríos, bosques de robles y castaños, arroyos y pozas cristalinas dan forma a un escenario donde el agua y la piedra son protagonistas, semejantes a jacuzzis naturales.
¿Cuál es el pueblo BIC cerca de Madrid y con un castillo medieval del siglo XV?
El municipio de Mombeltrán, integrado en la comarca del Valle del Tiétar, se alza a 637 metros de altitud, en el denominado Barranco de las Cinco Villas. Su casco urbano conserva un importante conjunto histórico declarado Bien de Interés Cultural, con ejemplos de arquitectura gótica, militar y popular.
El castillo de los duques de Alburquerque, erigido en el siglo XV, es uno de los monumentos más destacados. Su trazado, atribuido a Juan Guas, refleja el estilo de las fortalezas bajomedievales, con torres angulares, barbacana y patio central.
Aunque el interior se encuentra deteriorado, su exterior se mantiene en buen estado y constituye un símbolo de la villa. En 1949 fue declarado Bien de Interés Cultural.
Otros elementos patrimoniales completan el valor histórico de este pueblo BIC son:
- La iglesia parroquial de San Juan Bautista, construida entre los siglos XIV y XV y con un retablo churrigueresco del XVIII.
- El Hospital de San Andrés, fundado en 1517 y de estilo renacentista.
- La Cruz del Rollo, levantada cuando Mombeltrán obtuvo el título de villazgo en 1393, como símbolo de su autonomía jurisdiccional.
Además, Mombeltrán fue habitado ya por los vettones y se consolidó como núcleo importante en la Edad Media gracias a la explotación del hierro y a su posición en la Cañada Real. El castillo permitió el control del valle y la protección de las rutas de paso, reforzando el poder de la Casa de Alburquerque en la región.
Así son los jacuzzis naturales de Mombeltrán
Uno de los grandes atractivos de Mombeltrán es su entorno natural. En las inmediaciones del río Tiétar y en la vertiente sur de Gredos se forman las llamadas marmitas de gigante, cavidades circulares en la roca esculpidas por la erosión del agua durante siglos.
Estas pozas recuerdan a bañeras y funcionan como auténticos jacuzzis naturales en verano. Para llegar allí, se deben tener en cuenta los siguientes puntos:
- Ubicación: se encuentran cerca de la zona conocida como Playas Blancas, en una ruta de senderismo que parte del río Prado Latorre.
- Acceso: el sendero, de unos seis kilómetros, presenta escaso desnivel y atraviesa robledales y restos de antiguos monasterios.
Estas formaciones geológicas, conocidas también como pozos de Felipe, constituyen un ejemplo del modelado glaciar y fluvial de Gredos. En los meses estivales suponen un punto de baño al aire libre muy frecuentado, con aguas que dependen del caudal del río y de las lluvias.
Lo mejor de este pueblo BIC: su patrimonio y su inacabable naturaleza
La singularidad de Mombeltrán como pueblo BIC reside en la combinación de su legado histórico con un entorno natural de gran riqueza. Sus calles empedradas conservan casas blasonadas, plazas pequeñas y edificaciones tradicionales, mientras que a pocos metros comienza un paisaje de huertas, olivares y viñedos escalonados.
La presencia de agua es constante. El río Tiétar y sus afluentes alimentan no sólo las marmitas de gigante, sino también arroyos y fuentes que recorren el término municipal.
La vegetación, con pinos, castaños y robles, envuelve el valle en un verde permanente, que contrasta con las piedras graníticas donde se abren miradores naturales hacia la sierra.
En tanto, la tradición cultural de la villa se refleja también en su calendario festivo. Destacan las celebraciones en honor a San Blas, San Pedro Bautista o Nuestra Señora de la Puebla, con procesiones, pasacalles y romerías que mantienen vivas las costumbres del lugar.
En verano, las ferias en honor a la Asunción y San Roque reúnen a vecinos y visitantes con música, festejos taurinos y la tradicional caldereta del 19 de agosto.