Curro Díaz, con una vuelta al ruedo, única nota positiva en una deslucida corrida en Las Ventas
Los toros han regresado a Las Ventas después de la encerrona frustrada de Emilio de Justo el pasado domingo. Curro Díaz, Sergio Serrano y Tomás Campos eran los encargados de hacer el paseíllo a las 18:00 horas de este domingo de Resurrección ante los toros de El Montecillo, con aproximadamente tres cuartos de entrada.
La tarde la abrió Curro Díaz ante un animal bastante hondo y amplio de sienes, que comenzó escaso de fuerzas, pero que fue a más a lo largo de la faena. Curro Díaz basó gran parte de su primer toro con pases por abajo y con la diestra. El jienense dejó grandes detalles que sólo algún enganchón a mitad de las series impidió que fuera ligada la faena. Remató con una gran estocada. Fue ovacionado.
Sergio Serrano decidió irse a la puerta de chiqueros para recibir al segundo. Aguantó la espera y tuvo que echarse al suelo para librar la portagayola. Curro Díaz y los subalternos le ayudaron a librar el peligro. Al animal le faltó clase y humillación a partir del segundo muletazo. A pesar de ello, Sergio Serrano realizó importantes esfuerzos para dar todas las ventajas al animal en cada quite y fue tirando de la embestida por abajo y con distancia. Cuando el animal fue perdiendo la poca fuerza que tenía, se vio obligado a abreviar. Remató con una gran estocada y saludó la ovación.
El tercero de Tomás Campos fue mucho más armonioso que los anteriores, tanto en sus formas como en los movimientos. Era complicado ya que impedía ligar los pases debido a los continuos enganchones que supo librar el riojano entre pase y pase. Destacó la efectiva faena de muleta por la diestra. Finalizó tras un aviso con una estocada ciertamente muy desprendida. Fue silenciado.
Curro Díaz salió con el cuarto de la tarde al que recibió por medias verónicas. El animal, a pesar de que salió suelto en caballos, fue muy bueno en la muleta. De gran categoría resultó el inicio de la faena. Los mejores momentos llegaron tras grandes series de naturales y muletazos largos y lentos. Sin embargo, la espada empañó la faena, la estocada fue muy baja. A pesar de la petición de oreja, sólo fue premiado con una vuelta al ruedo.
Sergio Serrano saludó al quinto por medias verónicas. El animal mucho más alto que los anteriores pero similar en su escasa fuerza. Se movió muy poco en las primeras series y se apagó rápidamente. En la muleta Serrano comenzó con las dos rodillas en tierra marcando una serie de gran calado. Luego continuó por series de muletazos largos y templados. Sin embargo, la condición del toro impidió que el trasteo cogiera vuelo. Serrano toreó a base de mucho esfuerzo, dando ventaja al animal, citando siempre con el pecho. Tuvo que abreviar, tras pinchazo, media estocada, fue premiado con otra ovación.
Cerró la tarde Tomás Campos ante un sexto con muy buenas maneras, pero también escaso de fuerza, prácticamente inválido. El riojano lo intentó todo, pero poco pudo hacer. El animal no podía sostenerse en pie, apenas pudo lucir pases desligados, aunque con buen gusto. Se vio obligado a abreviar. Silencio.
FICHA DEL FESTEJO
Seis toros de El Montecillo, de buena presentación, con cuajo y bien armados, aunque dispares de hechuras. En conjunto, dieron un juego noble y manejable, aunque casi todos a falta de un punto mayor de fondo o empuje para rematar las embestidas.
Plaza de toros de Las Ventas (Madrid). Corrida del Domingo de Resurrección.
Tres cuartos de entrada.
Curro Díaz, de añil y oro: ovación y vuelta al ruedo.
Sergio Serrano, de caña y oro: ovación y ovación.
Tomás Campos, de espuma de mar y oro: silencio tras aviso y silencio.
Entre las cuadrillas, destacó en la brega Óscar Castellanos.