Tecnología
Logística

He visitado la planta logística de InPost y esto es lo que sucede con los paquetes

  • Nacho Grosso
  • Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de difusión y blogs en español.

Nuestro ritmo de vida y hábitos de consumo difieren mucho de los de hace años, e Internet ha favorecido de manera exponencial la compra online. Esto supone que realizar cualquier compra para tenerla en casa esté solo a tres clics de distancia. He tenido la oportunidad de visitar la planta logística de InPost, empresa de envíos a no domicilio, ubicada en Alcalá de Henares. Este es el proceso por el que pasan nuestras compras desde que llegan a este lugar.

Planta logística InPost, un baile sincronizado

Lo primero que llama la atención de este lugar es que, a pesar de su tamaño y trasiego, no es un entorno excesivamente ruidoso. Dispone de 28 muelles a los que llegan camiones procedentes de distintos lugares de Europa, debidamente precintados y cargados con enormes cajas llenas de paquetes. En todo momento se garantiza la trazabilidad del proceso, gracias a los precintos rojos, que indican si el camión ha circulado sin novedad o ha tenido que realizar algún tipo de parada extraordinaria.

La planta procesa aproximadamente entre 1 millón y 1 millón y medio de paquetes a la semana, lo que da una idea del volumen de pedidos que realizamos a través de Internet. Lo habitual es que tengas tu paquete en tu punto de entrega casi siempre en los plazos establecidos, toda una comodidad que permite recoger tu producto cuando mejor te convenga. Este es el espíritu de InPost: procesar las entregas en cualquiera de los 10.000 puntos de recogida que hay en España y Portugal o en los 1.000 lockers o taquillas que han podido instalar en un año. Esto supone un aumento considerable en ambos países a partir de 2023.

Continuando con esta visita a la planta, una vez que esas enormes cajas llenas de paquetes son descargadas de los camiones, se procesan de manera manual en dos cintas para su lectura y procesamiento. Los empleados colocan la paquetería de manera que la máquina pueda leer el código de barras para su clasificación.

Cinta de clasificación.

Igualmente, la máquina realiza fotos de alta definición de cada paquete con un objetivo muy simple: en caso de que haya alguna incidencia, saber que ese paquete ha pasado por la cinta y cuáles son sus características físicas para poder localizarlo de manera más rápida.

Proceso de escaneo y fotografía.

Aunque los datos no han podido ser compartidos por la compañía, el porcentaje de pedidos a los que se les pierde la pista en un primer momento es bajo. En InPost, la trazabilidad es una constante para asegurar que el cliente reciba su pedido en el lugar indicado, ya sea un Punto Pack o un locker.

La importancia de lo manual

La cinta va derivando los paquetes por diferentes secciones hasta que llega a una segunda clasificación manual. En esta etapa, un operario se encarga de que esa paquetería vaya a tres diferentes grupos de destinos, y así poder embarcar de nuevo la mercancía en lasfurgonetas de reparto.

Procesado manual.

Es cuando se pone en marcha la fase final, lo conocido como «reparto de última milla», gracias a la cual el cliente recibirá su pedido en el punto correspondiente, ya seas un Punto Pack o un locker.

Furgoneta de reparto.

Las furgonetas disponen de un sistema de cierre de seguridad que suele disuadir a los amigos de lo ajeno. Además, se trata de realizar la entrega dentro de los plazos estimados siempre y cuando no ocurra ningún tipo de circunstancia ajena. Ya se sabe que el transporte por carretera está condicionado a diferentes factores internos que podrían paralizar un envío durante un tiempo.

Las ventajas del Punto Pack y el locker

Probablemente, uno de los principales problemas al recibir un pedido que hemos comprado por Internet es que no nos encontremos en nuestro domicilio cuando pase el repartidor. Esto lleva asociado molestias, ya que tendremos que concertar una nueva entrega, y por tanto, que nos pase otra vez lo mismo o confiar en que algún vecino recoja el pedido.

En el último caso, también debemos desplazarnos a las oficinas de la empresa de mensajería para recoger nuestro paquete. Es decir, molestias. Sin embargo, la esencia de la firma es un modelo híbrido, en el que nuestro paquete pueda ser recogido en un Punto Pack o en un locker. Así tenemos la comodidad de poder recogerlo a nuestra conveniencia. En el caso de los lockers, están disponibles las 24 horas, permaneciendo el paquete un máximo de ocho días en ese lugar. Por ejemplo, en Polonia, lugar de nacimiento de la marca, los lockers han ahorrado más de 170.000 toneladas de CO2 en comparación con las entregas a domicilio.

Recoger el paquete en cualquier locker es muy sencillo: simplemente debes introducir un código que se te ha proporcionado por correo electrónico en la pantalla táctil del punto. Es un proceso que no presenta dificultad y permite que el paquete sea recogido cuando mejor te convenga. Estos lockers pueden alimentarse con energía solar y disponen de continua comunicación con la empresa responsable mediante una tarjeta SIM. De esta manera, se sabe cuándo el cliente ha recogido su mercancía y se ha dado por finalizado el proceso.

Recogida en lockers las 24 horas.

Sostenibilidad como eje principal

InPost, que ha cumplido 18 años y que además está renovando su imagen corporativa, superó en el año 2023 la cifra de 892 millones de paquetes entregados tanto en Punto Pack como en lockers por toda Europa, alcanzando un crecimiento del 20 % con respecto a 2022.

La sensación tras haber visitado la planta logística de InPost en Alcalá de Henares es de sorpresa. En primer lugar, porque con ese trasiego de paquetes, la tasa de éxito es muy elevada y, seguidamente, por comprobar cuál es el enorme peso del comercio online, que hace que encarguemos cualquier tipo de producto tras la pantalla de nuestro ordenador o teléfono móvil. Unos cambios que se deben a los avances tecnológicos y a la mejora de las plataformas y redes de distribución.