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Entiende la protección IP de los dispositivos electrónicos

  • Nacho Grosso
  • Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de difusión y blogs en español.

Los dispositivos electrónicos se han convertido en una extensión de nuestras vidas. Desde smartphones hasta relojes inteligentes, buscamos que estos dispositivos no solo sean funcionales sino también resistentes a las condiciones adversas del entorno. Aquí es donde entra en juego la protección IP (Ingress Protection), un estándar  que determina el grado de protección contra la introducción de objetos sólidos y líquidos. Este artículo desglosa el significado de la protección IP y su relevancia para la durabilidad de los dispositivos electrónicos.

¿Qué es la protección IP?

La protección IP, definida por la norma internacional IEC 60529, se expresa generalmente como «IP» seguido de dos dígitos. El primer dígito indica el nivel de protección contra la introducción de objetos sólidos, que varía de 0 (sin protección) a 6 (protección total contra el polvo). El segundo dígito refleja la resistencia del dispositivo contra el agua, escalando de 0 (sin protección) a 9K (protección contra chorros de agua a alta presión y alta temperatura).

La importancia de la protección IP radica en su capacidad para garantizar la funcionalidad y longevidad de los dispositivos en diversos ambientes. Por ejemplo, un smartphone con una calificación IP68 es ideal para aquellos que frecuentemente se encuentran cerca del agua, ya que el dispositivo está completamente protegido contra el polvo y puede sumergirse en agua a una profundidad especificada por el fabricante, generalmente hasta 1.5 metros por hasta 30 minutos. Es el estándar habitual en los teléfonos de gama media-alta.

El agua es el principal enemigo de la electrónica

Para los dispositivos de uso industrial o aquellos expuestos a condiciones extremas, como cámaras de seguridad exteriores, una alta calificación IP es fundamental. Esto asegura que el dispositivo puede operar de manera efectiva en entornos donde el polvo, la lluvia o incluso el lavado a presión son factores comunes. Pero la protección más alta, que es la IP69 K no se da habitualmente en teléfonos.

Sin embargo, es fundamental comprender que la protección IP no implica una resistencia absoluta. Los fabricantes determinan las condiciones específicas bajo las cuales un dispositivo puede mantener su integridad. Por lo tanto, siempre se debe consultar las especificaciones detalladas proporcionadas por el fabricante para entender completamente qué puede y qué no puede manejar el dispositivo.

Ejemplos de protección IP

  • iPhone X: IP67
  • iPhone SE: IP67
  • Samsung Galaxy S5: IP67
  • Google Pixel 2: IP67
  • Huawei P20 Pro: IP67
  • iPhone 13 Pro: IP68
  • Samsung Galaxy S21 Ultra: IP68
  • Google Pixel 8: IP68
  • OnePlus 12 : IP68
  • Samsung Galaxy Note 24 Ultra: IP68
  • iPhone 15: IP68
  • Doogee S90: IP69 K
  • Blackview BV9500 Pro: IP69 K

En el proceso de selección de un dispositivo electrónico, considerar la clasificación IP puede ser tan importante como evaluar sus características técnicas o estéticas. Un dispositivo con una adecuada protección IP no solo es más versátil en términos de los entornos en los que puede operar, sino también ofrece una mayor tranquilidad, sabiendo que está protegido contra daños accidentales por agua o polvo.

Por todo esto, la protección IP es un factor determinante en la durabilidad y funcionalidad de los dispositivos electrónicos. Proporciona un valor muy significativo, especialmente en condiciones de uso exigentes. Si tenemos en cuenta a la hora de comprar dispositivos con una alta clasificación IP, los consumidores invertiremos en la longevidad y la fiabilidad de esta tecnología, asegurando que los dispositivos puedan soportar las duras condiciones del día a día.