Sucesos
OKUPACIÓN

La propietaria de los pisos okupados de El Cañaveral ofrece hasta 2.000 € a los okupas para que se vayan

Seis de las doce viviendas han sido ya desokupadas este lunes por la empresa Servi-okupas

  • Ana Borges
  • Periodista política cubriendo la información de la Comunidad de Madrid

La okupación de 12 viviendas en el barrio madrileño de El Cañaveral ha dado un giro inesperado este lunes con la aparición de la empresa Servi-Okupas y el desalojo de seis de las viviendas a estrenar tomadas por los okupas. La empresa propietaria de la urbanización de la calle Miguel Delibes dice que el desalojo está siendo «pacífico y de forma voluntaria» pero según ha podido saber OKDIARIO, Servi-Okupas está ofreciendo 2.000 euros a los okupas para que se marchen de los pisos. Los vecinos se sienten abandonados y consternados por una situación alarmante en un barrio de viviendas de nueva construcción donde se están haciendo más de 40 promociones de casas de obra nueva.

De momento quedan otras seis viviendas por desokupar porque los inquilinos consideran que con 2.000 euros «no se pueden ir a ninguna parte». Durante una entrevista en exclusiva a este diario, el gerente de Servi-Okupas, Alberto Cuesta, no confirma -ante las cámaras- este pago, pero se muestra optimista y cree que entre este lunes y mañana todas las viviendas estarán ya completamente desalojadas. De lo contrario, la empresa propietaria del edificio cortará la luz a las viviendas que continúen okupadas. Servi-Okupas les ha ofrecido asesoramiento jurídico y además se hará cargo del coste derivado de sacar y trasladar los enseres que tengan dentro de las viviendas.

La tensión entre los vecinos y los okupas comenzó el pasado viernes, cuando los propietarios de algunas viviendas se dieron cuenta de que se habían cambiado las cerraduras de otros pisos para ser okupados. La crispación fue tal que un vecino y una mujer, que iba a visitar a su nuera (okupa en este edificio), tuvieron un durísimo enfrentamiento del que fue testigo OKDIARIO y que terminó con el hombre detenido en comisaría.

Los propios okupas defienden que ellos han sido víctimas de una estafa por parte de una persona (a quien no conocen), que les ofreció estos pisos de alquiler a un precio muy bajo y sin la necesidad de presentar ningún tipo de documentación ni personal ni laboral. La mayoría de ellos son familias latinas y algunas españolas con pocos recursos y menores a su cargo. La mafia okupa de El Cañaveral (Madrid) cambió las cerraduras de los pisos nuevos en los que no vivía nadie para después alquilarlos pidiendo por adelantado una señal de entre 2.000 y 3.000 euros.