Sucesos
AGRESIONES SEXUALES

La ‘Manada de Castelldefels’ reconoce tres violaciones y rebajan su pena de 200 a 33 años

8 años de cárcel por 3 violaciones, la pena máxima para los miembros de la 'Manada de Castelldefels'

La Fiscalía les acusaba de "organización criminal de violadores"

Uno de los condenados se libra con 3 años de cárcel

Los cinco acusados de la Manada de Castelldefels han pasado de una petición de 200 años de cárcel a 33 años de prisión al alcanzar un pacto con la Fiscalía y la acusaciones particulares tras reconocer haber violado a tres mujeres durante el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Barcelona.
Los acusados, tres españoles y dos de origen cubano y rumano, que han pactado las penas más altas han conseguido condenas de 8 años y 5 meses de cárcel y 8 años y 3 meses de cárcel frente a los más de 50 años que se les pedía a algunos de ellos por tres delitos de agresión sexual y uno de grupo criminal para atentar contra la libertad sexual de las mujeres.
El cuarto acusado ha pactado una pena de seis años de cárcel. El quinto es el más beneficiado, con una condena de 3 años y 11 meses. En concreto la Fiscalía les pedía 200 años de cárcel, entre 53 y 28 según qué acusado.

Compartieron vídeos de las violaciones

Los cinco miembros de la Manada de Castelldefels no se han conformado sólo con la rebaja notable de las penas. Además han conseguido que no se les juzgue por el delito de revelación de secretos del que estaban acusados por enviar vídeos de las violaciones a un grupo de Whatsapp.

Los violadores ya condenados por tres agresiones sexuales, han visto rebajadas sus penas, entre otros motivos, por mostrar arrepentimiento durante la sesión y beneficiarse de la atenuante de «confesión tardía» cuatro años después de los hechos.

Para poder llegar al acuerdo, han tenido obligatoriamente que indemnizar antes a las tres víctimas con cantidades que oscilan entre los 30.000 y 40.000 euros a cada una de ellas.

Así actuaba la manada

Los acusados contactaban a través de redes sociales con jóvenes con baja autoestima, ganándose su confianza antes de invitarlas a fiestas en un domicilio de Castelldefels, aprovechando el toque de queda que durante la pandemia que limitaba otras opciones de ocio.

Aunque las víctimas acudían voluntariamente a esas reuniones, desconocían «el carácter grupal y sexual de las mismas», y los procesados creaban un ambiente de sometimiento que reducía o incluso anulaba su capacidad de reacción.

Las acusaciones señalaban al menos tres episodios de agresión sexual por parte de la Manada de Castelldefels. En abril de 2021, una víctima con discapacidad fue invitada a la vivienda de uno de los acusados y, tras ingerir bebidas alcohólicas, tres de ellos la violaron en presencia de un cuarto, pese a que ella les pidió que pararan.

En mayo de 2021, otra joven fue obligada a realizar prácticas sexuales con dos de los acusados después de que irrumpieran de manera abrupta durante un encuentro íntimo consentido inicial.

«Una banda organizada de violadores»

Sus violaciones también incluyen la grabación y difusión sin consentimiento de relaciones sexuales en un hostal de Barcelona, así como la coacción de una cuarta víctima en la casa de Castelldefels, también registrada en vídeo y compartida en el chat de WhatsApp.

La Fiscalía acusaba a los cinco procesados de la Manada de Castelldefels de formar «un grupo criminal para la comisión de delitos contra la indemnidad sexual» , tres delitos de agresión sexual con penetración y dos delitos de descubrimiento y revelación de secretos. Finalmente, han sido condenados por los dos primeros delitos pero con una rebaja notable de sus penas de prisión.