MADRID

El juez deja en libertad al traficante de Fuencarral que drogaba a menores para abusar de ellas

El pederasta traficante de Fuencarral intentó tirarse por el balcón durante su detención

El detenido tiene 40 antecedentes policiales

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Momento de la detención del traficante de drogas y presunto pederasta de Fuencarral.
Ángel Moya

Al verse descubierto, detenido y esposado en el salón de su vivienda, Jota, el  traficante que drogaba a menores de Fuencarral, se levantó del sofá y se lanzó a la carrera hacia el balcón de vivienda, un cuarto piso, intentando  quitarse la vida lanzándose al vacío. Los agentes del Grupo de Menores de la Policía (Grume), atentos a los movimientos del pederasta, consiguieron pararle en el último momento, salvándole la vida. Ahora, el juzgado ha dejado en libertad provisional al detenido, investigado por tráfico de sustancias estupefacientes y por drogar a menores de edad para abusar de ellas. El delincuente, con más de 40 antecedentes policiales, ya está en la calle con una orden de alejamiento de sus víctimas.

El hombre, apodado Jota, es un madrileño de 57 años, viejo conocido de la Policía por sus numerosos antecedentes por hechos violentos y menudeo de drogas con menores. De hecho, había sido detenido sólo un año antes en el distrito madrileño de Moncloa al ser sorprendido por los agentes de ese distrito vendiéndole hachís a menores. Los agentes del Grume de la Jefatura de la Policía Nacional de Madrid le habían localizado y detenido en su vivienda tras las denuncias de varias menores, contando que les vendía droga y les invitaba a consumir en su domicilio para someterlas a tocamientos.

De hecho, en la habitación que un amigo le cedía en ese piso del norte de Madrid, los policías hallaron varias piezas de ropa interior de niñas y drogas de todo tipo en pequeñas cantidades y listas para vender.

Coleccionaba ropa interior de menores

En el registro de la vivienda del traficante, los agentes encontraron  hachísmarihuana, una balanza y una cantidad notable de pastillas. También requisaron el cuaderno del traficante en el que anotaba cuidadosamente a mano las deudas de droga de cada menor al que le vendía hachís o marihuana y de paso sus reflexiones sobre las niñas o cualquier asunto que le interesara. Oculto dentro de un cajón, se encontraba uno de los tesoros del pederasta, una decena de bragas y bañadores de niñas menores de edad.

La investigación arrancó a finales del pasado mes de junio, cuando una vecina acudió a la comisaría de la Policía Nacional en el distrito de Fuencarral para denunciar que sospechaba de un contacto desconocido de su hija de 15 años que podría estar «ofreciendo y vendiendo drogas a niñas menores de edad para abusar sexualmente de ellas». Se trataba de un tal Jota, añadían las denunciantes.

Los agentes del Grupo de Menores consiguieron identificar al supuesto traficante de drogas pederasta con ayuda de las víctimas y las redes sociales. En unas semanas, los policías fueron capaces de localizar a más menores que habían tenido contacto con el traficante pederasta y documentar una de las agresiones sexuales a las niñas. En concreto, una serie de abusos consistentes en besos y tocamientos a las víctimas con ánimos libidinosos y  proponiéndole a las niñas llegar más lejos en su actitud.

Hachís a cambio de «cariño»

Los relatos de la víctima y del resto de niñas, coinciden en el modus operandi del traficante, que consistía en invitarles a beber alcohol continuamente, regalándoles hachís y pastillas de «tranquimazim» si subían a su casa con él y le ofrecían «cariño».

Las víctimas, todas de entre 15 y 17 años, rechazaron en varias ocasiones los tocamientos del hombre en la habitación que compartía con el dueño de la vivienda.

Su compañero de piso declaró que Jota el traficante  era «un hombre de gran corazón» que lidiaba con ciertos problemas mentales. El testigo insistió a los agentes que desconocía que vendía droga a menores en la vivienda y coleccionaba ropa interior de niñas.

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