Sucesos
MUERTE EN TRASPINEDO

La Guardia Civil busca pruebas en el lugar en el que cree que estuvo oculto el cuerpo de Esther López

Los investigadores creen poder determinar el lugar donde el cadáver de la chica estuvo oculto hasta ser trasladado a la carretera en la que fue encontrado

Tras descartar la cuneta donde la hallaron como lugar de origen de unas pequeñas rocas adheridas a su ropa, ahora se centran en unos hongos para confirmar o descartar emplazamientos

Un nuevo informe policial descarta que la piscina del chalet familiar del investigado pudiera ser el escenario de una caída que le causara las heridas a Esther

La juez al amigo de Esther López: «¿Puede ser que usted la atropellara y moviera el cadáver?»

La familia de Esther López pide al responsable de su desaparición y muerte que “se entregue y confiese”

  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

Es lógico que haya personas a las que les cueste seguir el hilo de la investigación de la desaparición y muerte de Esther López en Traspinedo. Es un caso complicado que está exigiendo lo mejor de los investigadores de la Comandancia de la Guardia Civil de Valladolid. Dos guardias vallisoletanos y cinco de la Unidad Central Operativa se reúnen regularmente para revisar avances y conclusiones del caso. En una de esas reuniones hubo unanimidad: Esther López recibió un impacto violento que la dejó malherida, su cuerpo fue escondido y días más tarde trasladado a la cuneta en la que fue hallado. Los agentes han encontrado diversos escenarios para cada uno de esos hechos, pero quieren demostrar científicamente qué sucedió en cada uno de ellos.

En la investigación de la muerte y desaparición de Esther López en Traspinedo están siendo tan importante las certezas como los descartes. A estas alturas, cuando apenas quedan unos días para que se cumplan cuatro meses de la desaparición de la mujer vallisoletana, los responsables del caso han avanzado mucho en las certezas del caso: hay un principal sospechoso, Óscar, cuya versión de los hechos está llena de contradicciones que le colocan en una posición muy complicada, pero no terminan de demostrar su relación directa con la muerte de Esther López. Las divergencias entre lo que él cuenta y lo que objetivamente sabe la investigación son enormes y cada vez más, pero falta una última prueba, sí, la que tiene que llegar desde el extranjero, que acabe probando que miente en lo que a la muerte de Esther se refiere.

Mientras esa prueba llega, otras ya están a disposición de los investigadores. Hace unas semanas, OKDIARIO reveló que las pequeñas rocas encontradas en el cuerpo de Esther López no pertenecían a la cuneta en la que fue encontrado su cadáver el 5 de febrero. Ese dato revelaba que el cuerpo había estado en otro lugar, lo que llevaba a la inevitable pregunta: ¿dónde? El estado del cuerpo, la existencia de determinados hongos en la ropa y su estado de deterioro hizo que los agentes buscaran un lugar con una humedad concreta y a salvo de la presencia de grandes depredadores. Este periódico ha podido conocer que los investigadores ya saben de qué lugar se trata y dónde se encuentra, pero poder hacer público ese dato sigue dependiendo de algunas pruebas cuyos resultados aún se desconocen. Lo que sí se sabe es que por el momento las piedras del cuerpo tampoco coinciden con ese sitio en concreto.

Agotados los escenarios del ocultamiento del cuerpo de Esther López y de su hallazgo como lugares originales de las piedras en el cadáver de Esther sólo queda un emplazamiento posible: el lugar donde Esther fue atropellada. Los investigadores creen que Esther López apenas pudo caminar tras ser golpeada por un vehículo a “velocidad baja-moderada”, según dice la autopsia de la joven. Una luxación en la cadera y la fractura de pelvis que presentaba el cuerpo hace pensar a expertos forenses que apenas pudo caminar debido al inmenso dolor sufrido. Pudo ser ahí, durante gestos de arrastre, donde las piedras acabaran en su piel y en pliegues de la ropa.

Los investigadores han tomado muestras de piedras en otros lugares de Traspinedo, además de la cuneta y del lugar donde creen que estuvo escondido el cuerpo de Esther, y ese tercer emplazamiento es justo la entrada del camino que lleva a la casa de Óscar en El Romeral, donde su móvil posicionó con el de Esther hasta el día siguiente. Tampoco allí se logró equivalencia con las piedras.

A través de estos descartes es cómo hemos sabido que hay tres escenarios clave en el caso de Esther y que uno de ellos no es más que un montaje, la cuneta. Antes o después los agentes sabrán donde y a qué horas estuvo el coche de Óscar aquella noche y así podrán rebatir o no de manera definitiva lo que él cuenta. Por ahora y mientras eso sucede, sólo pueden descartar, como por ejemplo el hecho de que Esther se cayera en la piscina vacía de la casa de los padres de Óscar, y lo han conseguido gracias a los restos y las manchas de la ropa de Esther que no encajan con la de la piscina. Si el coche pasó por donde creen los agentes que se escondió el cuerpo, si obtienen la velocidad compatible con su atropello en otro lugar cercano y lo acaban situando en la cuneta donde se encontró el cuerpo, entonces podrán pedirle de nuevo explicaciones a Óscar.