MADRID

El asesino del rito esotérico ante el tribunal: «Perdí la conciencia y no recuerdo nada»

El fiscal sostiene que el homicida actuó bajo un episodio psicótico provocado por el consumo de drogas

asesino esotérico, Madrid
Gustavo, el acusado del crimen del rito esotérico, llegando a la Audiencia Provincial de Madrid.
Ángel Moya

El asesino del ritual esotérico, Gustavo D. , no recuerda cómo mató a su pareja en Vallecas, Madrid. El acusado ha declarado en el juicio por el asesinato de su pareja, que perdió la conciencia en el instante de los hechos y no recuerda nada de lo ocurrido. El presunto homicida ha insistido en que nunca había agredido a su pareja ni había deseado su muerte. Durante el interrogatorio, el abogado de la familia le ha reprochado que no haya expresado ninguna «palabra bonita» hacia quien fue su pareja. El agresor intentó quitarse la vida hace dos meses en prisión.

El asesino del rito esotérico ha afirmado en su declaración de hoy que entre 2019 y 2021 tuvo una relación sentimental con Pedro, el fallecido. Aunque ya no eran pareja en abril de 2023, momento en que ocurrieron los hechos, convivían en el mismo hogar en el barrio madrileño de Vallecas. Durante ese tiempo, el agresor consumía metanfetamina fumada y algo de ketamina. Pese a que en la escena del crimen, la Policía halló sal esparcida por el suelo y un libro de rituales, el acusado del asesinato esotérico ha negado que le gustara el esoterismo y la magia y ha dicho que sí le atraía a la víctima y a su familia.

Respecto a un vídeo que el asesino publicó en las redes sociales antes del crimen, en el cual aparecía con un cuadro con la imagen de Jesucristo diciendo «lo siento mucho», ha indicado que no lo recuerda. Sí ha recordado que durante la madrugada del 1 al 2 de abril, consumió metanfetamina en la vivienda. Alrededor de las seis de la mañana, su expareja regresó al piso tras haber salido. «Yo estaba en la cocina y encontré un libro de rituales detrás de un cuadro y me enfado. Discutí con él como tantas veces y me pidió que no me fuera de casa», ha detallado. El acusado ha continuado relatando que después de tomar un café y en un momento e la noche, comenzó a experimentar malestar y perdió la sensibilidad en las manos. «Perdí la conciencia y ya no recuerdo nada», ha contado, sin poder recordar haberla agredido. «nunca deseé su muerte», ha afirmado.

El asesino recuperó la conciencia días después cuando se encontraba internado en una unidad psiquiátrica de un hospital en Madrid. El abogado de la familia, en su turno, le preguntó si deseaba expresar «alguna palabra bonita sobre Pedro», ya que hasta ese momento no había escuchado ninguna declaración al respecto. Su respuesta fue simplemente «nada». El acusado, tal y como informa EUROPAPRESS ha respondido que esa noche no tuvo relaciones sexuales, mientras que el fiscal le ha recordado que tanto él como la víctima fueron hallados desnudos por la Policía.

Más de 50 puñaladas

Los peritos han relatado en el juicio que la víctima sufrió un total de 71 lesiones, 14 de ellas contusas, 3 incisas, 30 punzantes, 22 inciso punzantes y 2 de otro tipo, «lo que le supuso un sufrimiento innecesario». Además, únicamente se encontraron tres lesiones de defensa, lo que refuerza la calificación jurídica como un delito de asesinato en lugar de homicidio.

El crimen, según el fiscal, ocurrió durante un episodio de trastorno psicótico inducido por el consumo de drogas. La Policía detuvo al procesado en el piso donde se cometió el crimen, los agentes han declarado que Gustavo presentaba claros síntomas de estar bajo la influencia de las drogas, le detuvieron y posteriormente fue llevado a la comisaría de Tetuán.

El fiscal, en su escrito, pide catorce años de prisión debido a un delito de asesinato que incluye la agravante de parentesco y una eximente incompleta por alteración psíquica. Por su parte, la defensa argumenta a favor de una eximente completa que lo liberaría de responsabilidad penal.

Piden 14 años de cárcel o su expulsión

La Fiscalía sostiene que en el momento en que ocurrieron los hechos, el acusado mostraba un trastorno psicótico no clasificado y una posible psicosis provocada por sustancias tóxicas, lo que impactaba de manera significativa sus capacidades cognitivas. Desde el 2 de abril de 2023, G. D. O se encuentra en prisión debido a esta situación.

El Ministerio Público solicita que, en caso de que se imponga una sentencia condenatoria y se decida sustituir la pena de prisión por expulsión de España, se lleve a cabo de manera inmediata el cumplimiento de la pena privativa de libertad en un centro penitenciario mientras se realizan los trámites para la expulsión. Esta última deberá hacerse efectiva en el menor tiempo posible y, en cualquier caso, dentro de los treinta días siguientes.

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