Sucesos
CRIMEN EN TAILANDIA

Los abogados que acusan a Daniel Sancho : «La Policía tailandesa actuó con igual rigor que en Europa»

Guerra de ruedas de prensa entre los abogados de la acusación y de la defensa de Daniel Sancho

Guerra de ruedas de prensa en el caso Daniel Sancho a un mes del juicio. Los abogados de la acusación contra el español proclaman que «la Policía tailandesa actuó con el mismo rigor que otras policías de Europa». Los letrados que representan a la familia de la víctima, Edwin Arrieta, han convocado una rueda de prensa para responder a las dudas que planteó la defensa del español, Marcos García MontesCarmen Balfagón, sobre la actuación policial en otra rueda de prensa anterior.

Fue a principios de año cuando la defensa de Daniel Sancho convocó a los periodistas para explicar que habían encontrado «irregularidades» en el proceso  contra el chef español. Los letrados acusaron a los agentes de engañar a Daniel Sancho prometiendo deportarle a cambio de su confesión y señalaron que los investigadores malinterpretaron las declaraciones de su cliente reconociendo la muerte de Edwin Arrieta.

Ahora, un mes después de esa rueda de prensa y un mes antes del juicio, los abogados de la acusación contraatacan con una nueva rueda de prensa.

«Gravísimas acusaciones»

Tras su reciente viaje a Tailandia para reunirse con la Fiscalía del país asiático que acogerá el juicio contra Daniel Sancho, el letrado Juan Gonzalo Ospina, insiste en que la tarea de la Policía de Tailandia «ha sido un trabajo riguroso a la altura de los estándares de cualquier país europeo», desmintiendo las «gravísimas acusaciones» de la defensa de Sancho contra los agentes.

 

Juan Gonzalo Ospina y Beatriz Uriarte han explicado que Daniel Sancho era totalmente consciente de sus declaraciones y están absolutamente seguros de que Daniel Sancho estuvo acompañado de un intérprete y de un letrado en todo momento durante sus dos confesiones ante la Policía de Tailandia.

La acusación contra Daniel Sancho hace hincapié en la rapidez del proceso judicial que va a permitir juzgar el caso un año después del suceso y en las pruebas reunidas contra el cocinero español.

La segunda confesión

Entre otras pruebas, la acusación que representa a la familia de Edwin Arrieta se apoya, fundamentalmente, en la segunda confesión de Daniel Sancho que adelantó en exclusiva OKDIARIO. En ella, Sancho ya no dice que fue una muerte accidental durante una pelea y habla de planeamiento.

La declaración tuvo lugar el 6 de agosto, tres días después de su primera confesión ante la Policía, Daniel Sancho pidió declarar voluntariamente por segunda vez en la comisaría de Kho Phangan.

En esa confesión, Daniel Sancho reconoce en fotos el lugar donde compró la sierra, el papel de madera y el cuchillo para descuartizar el cuerpo de Edwin. También reconoce el comercio en el que adquirió el cuchillo, envoltorios plásticos, esponjas para fregar platos, estropajos de acero para descuartizar el cuerpo. En último lugar, reconoce en imágenes el lugar donde recogió con su moto al difunto Edwin Arrieta para llevarlo al bungalow de Bougain Villa, la escena del crimen). Hasta allí se desplaza la Policía con Daniel Sancho.

Ya sobre los hechos, Sancho vuelve a relatar una pelea con Arrieta pero en este caso la víctima no se golpea accidentalmente sino de forma intencionada. »

«Le golpeé contra el fregadero»

«Le di un puñetazo al fallecido. Edwin me mordió. Agarré su cabeza y la golpeé fuerte contra el borde del fregadero hasta que estuvo muerto. Luego, arrastré el cuerpo a la ducha, lo desmembré en 17 pedazos, como he explicado en mi dibujo, los metí en el frigorífico y los arrojé al mar y a la basura en varios viajes». Eso dijo Daniel Sancho según la Policía, pero su defensa insiste en que le engañaron, la traducción fue intencionada y él no sabía bien que le preguntaban.

Igualmente, durante esa declaración Daniel Sancho reconoce dónde arrojó las pertenencias del difunto al mar y sus restos a los contenedores de basura.

Sancho se reconoce en las cámaras de seguridad incluso comprando los artículos, que según su defensa eran para cocinar y no para cometer un crimen y descuartizar a la víctima según mantiene la Policía tailandesa.