El truco de tu coche para ahorrar una pasta en gasolina

El precio de la gasolina ha aumentado de forma considerable en el último año, razón por la cual los conductores buscan diferentes formas de ahorrar combustible. Uno de los más virales en Internet y las redes sociales es el uso del control de crucero, el sistema que permite mantener una velocidad constante y olvidarse de tener el pie sobre el acelerador. Pero, ¿realmente es efectivo o se trata simplemente de un bulo?

Control de crucero

La gran mayoría de vehículos actuales cuentan con este sistema, que fue ideado para reducir la fatiga en la conducción, ofrecer comodidad y mejorar la eficiencia del combustible. Pues bien, realmente el control de crucero sí contribuye al ahorro de gasolina en determinadas situaciones y bajo unas condiciones de conducción muy concretas.

Los expertos señalan que en carreteras rectas y largas, donde se mantiene una velocidad constante durante un periodo de tiempo prolongado, este sistema es muy útil para evitar las aceleraciones bruscas. Al evitar cambios frecuentes en la velocidad del vehículo, se consigue un consumo de combustible mucho más eficiente.

Pero, ¡ojo! Utilizar este sistema en cualquier situación no es una buena idea, de ahí que ea tan importante analizar los factores externos. Cuando el tráfico está congestionado o se circula por ciudad, donde hay muchos semáforos y paradas constantes, el control de crucero no es tan efectivo a la hora de ahorrar gasolina.

Un estudio señala que los coches que circulan a una velocidad variable entre 75 y 85 kilómetros por hora consumieron un 20% más de combustible que aquellos que, con el control de crucero activado, mantuvieron una velocidad constante de 80 kilómetros por hora.

También hay que tener en cuenta que el ahorro depende en gran medida de los buenos hábitos en la conducción. Y es que, si la conducción es agresiva, con acelerones y frenazos bruscos, y a altas velocidades, el consumo de gasolina se puede disparar hasta un 30%.

Conducción eficiente

Uno de los elementos más importante de cualquier vehículo son los neumáticos. Conducir utilizando neumáticos con una presión 0,5 bares inferior a la adecuada hace que el consumo se incremente un 4% en vías interurbanas y un 2% en las urbanas.

En los meses de verano, el aire acondicionado es uno de los sistemas que más energía consume. Es fundamental no poner la temperatura demasiado baja para que no se dispare el consumo.

Y, por último, es recomendable utilizar las marchas largas cuando el motor llegue a entre 2.000 y 2.500 rpm en los vehículos de gasolina y a 1.500 rpm en los diésel.