Sociedad
Reino Animal

Rakus, el orangután que utiliza plantas medicinales para curar sus heridas

"Primer caso documentado" de tratamiento de las heridas en orangutanes, dicen los expertos

Se aplicó un vegetal trepador típico del lugar que tiene propiedades analgésicas

El orangután Rakus ha conseguido algo que no se había visto hasta ahora en el reino animal. El homínido ha logrado curarse una herida aplicándose una planta medicinal sobre la lesión. También cambió sus hábitos de sueño, descansando más tiempo, y modificó su dieta, comiendo vegetales que contribuyeron a cicatrizar rápidamente la llaga.

Los investigadores del centro de investigación Suaq Balimbing, al oeste de Indonesia, en junio de 2022, tuvieron «evidencia vocal» de que unos orangutanes habían tenido una pelea, uno de ellos era Rakus. Ese tipo de luchas se produce entre los machos para imponerse sobre el resto de la población masculina. Aquella disputa le abrió una herida en la cara.

Cuatro días después, los científicos constataron que el homínido «comenzó a alimentarse del tallo y las hojas de la liana de Fibraurea tinctoria», un vegetal trepador típico del lugar y que tiene propiedades analgésicas. La planta «se utiliza en la medicina tradicional para tratar afecciones como la disentería, la diabetes y la malaria», informan los autores del artículo científico en Nature.

Unos minutos más tarde, «comenzó a masticar las hojas sin tragarlas y a usar sus dedos para aplicar el jugo de la planta de su boca directamente sobre su herida facial», aseguran los investigadores.

Alrededor de la herida empezaron a aparecer unas moscas, cuya especie se desconoce. Unos minutos más tarde, el orangután Rakus se «untó toda la herida con la pulpa de la planta». «Las observaciones durante los días siguientes no mostraron ningún signo de que la herida se infectara», reconoce el estudio.

La recuperación fue rápida, «para el 30 de junio la herida facial ya estaba cerrada» y en apenas un mes, «el 19 de julio de 2022, la herida parecía haber sanado por completo y solo quedaba una leve cicatriz», atestiguan los investigadores.

Más descanso para recuperarse

No es la única medida que tomó el homínido para recuperarse. El orangután Rakus también descansó más de lo habitual. Algo que los científicos asocian con un desarrollo positivo de «la cicatrización de la herida ya que la liberación de la hormona del crecimiento, la síntesis de proteínas y la división celular aumentan durante el sueño».

«Notamos que el tiempo de descanso aumentó después de ser herido», señalan los expertos, «en comparación con el tiempo anterior» en el que no estaba herido. «Ese tiempo de descanso disminuyó nuevamente después de que la herida se cerró», evidencian los expertos.

Es el «primer caso documentado sistemáticamente de tratamiento activo de heridas con una especie vegetal que se sabe que contiene sustancias biológicamente activas por parte de un animal salvaje», señala el artículo científico en el que se ha evidenciado este comportamiento. Como indican los investigadores, este tratamiento «proporciona nuevos conocimientos sobre los orígenes del cuidado de heridas en humanos».

La «automedicación mediante la ingestión de partes específicas de plantas» es algo que se da «en bajas frecuencias». Igualmente, se han hecho referencias a que la «aplicación tópica de plantas o insectos en el propio cuerpo» se da en un «número limitado» de grupos animales.

En otras ocasiones, sí que se han documentado casos en los que se ha corroborado la existencia de «chimpancés que utilizan hojas» para «limpiar la sangre de sus heridas».

En este caso, los investigadores señalan que es la primera vez que se evidencia un «tratamiento activo de heridas con una sustancia vegetal biológicamente activa conocida por un orangután macho de Sumatra en estado salvaje».

En todo caso, los investigadores son cautos. «Como todo comportamiento de automedicación en animales no humanos, el caso reportado en este estudio plantea preguntas sobre cuán intencionales son estos comportamientos y cómo surgen», reconocen los autores del artículo.

«Los individuos pueden sentir una liberación inmediata del dolor, lo que les hace repetir el comportamiento varias veces y posteriormente aplicar materia vegetal sólida posiblemente para cubrir también la herida como protección contra las moscas», concluye la investigación.

Este estudio no descarta que se trate de algo que hacen otros orangutanes macho como Rakus, pero confiesan que no tienen constancia. En todo caso, al tener constancia de al menos uno de ellos, los científicos reflexionan que «es posible que exista un mecanismo subyacente común para el reconocimiento y la aplicación de sustancias con propiedades médicas o funcionales a las heridas».