Sociedad

Un empresario de Madrid recibe una paliza en el SEPE cuando fue a reclamar el ERTE

El denunciante que tenía cita concertada se negó a marcharse sin que le atendieran y terminó golpeado y esposado por el servicio de seguridad

Sucedió el viernes a las 13:15 de la tarde en la sede del SEPE (Servicio Público de Empleo ) de la madrileña calle de O’Donnell. Hasta allí acudió Pablo, un joven empresario, con cita previa cogida desde hacía meses y la última esperanza de poder tramitar los ERTE de su empresa. Pablo llamó por teléfono durante meses para intentar acceder desesperadamente a las prestaciones estatales por la pandemia de Covid y por fin, el 3 de septiembre consiguió cita en la oficina.

El joven se presentó puntual a la cita pero su sorpresa fue mayúscula cuando los funcionarios le dijeron que no le atenderían, que la tramitación de los ERTE se haría de forma exclusiva por teléfono. Desesperado e indignado por la falta de atención el joven decidió plantarse en la oficina hasta que alguien le dedicara diez minutos para los trámites que reclamaba desde hace meses y eran su única salvación.

Lo que ocurrió a continuación lo reflejó Pablo en la denuncia que interpuso en la comisaría del distrito de Retiro tras pasar por el hospital: «Que tras manifestar su decisión de quedarse hasta que le atendieran, el funcionario auxiliar de la oficina le advierte que llamará al servicio de seguridad… que él manifiesta que sólo quiere hablar, pero el auxiliar y un vigilante le intimidan y expulsan de la oficina violentamente a empujones… que ya en la puerta el vigilante se abalanza sobre él y en una de las acometidas ambos caen al suelo y el vigilante aprovecha para engrilletar su mano a una barandilla… que inmovilizado y esposado en la calle a la barandilla, el auxiliar toma la porra del vigilante y le golpea en varias ocasiones en las piernas mientras el denunciante grita pidiendo ayuda… que puede que las cámaras de seguridad hayan grabado la secuencia» y Pablo adjunta a la denuncia un parte de lesiones elaborado en el hospital.

Hoy, tres días después del suceso, Pablo admite que más que los golpes le duele la falta de atención del SEPE con él y con todos los que como él se hallan en una situación desesperada din que consigan una solución a través de la supuesta atención telefónica que nunca llega.

Esta vez le dijeron que su problema, la tramitación de los ERTE sólo podría solucionarlo a través de la web, sin embargo el denunciante asegura que otros empresarios conocidos sí han podido resolver el asunto con citas similares a las que Pablo legalmente había conseguido.