Investigación policial

Caso Marta Calvo: la Guardia Civil busca lugares donde el descuartizador pudo enterrar el cuerpo

marta calvo
Marta Calvo.
Pelayo Barro

La Guardia Civil sigue sin pistas sobre el paradero de Marta Calvo dos meses después de que la joven acudiese a su cita con Jorge Palma, su descuartizador confeso. Los investigadores sospechan que el detenido pudo enterrar su cuerpo en alguna zona remota y de difícil acceso.

Marta Calvo parece haberse esfumado de la faz de la tierra. Tras casi sesenta días de búsqueda, las supuestas bolsas en las que Palma introdujo los restos de la joven y luego depositó en contenedores siguen sin aparecer. La Guardia Civil ya ha revisado varias veces el vertedero de Dos Aguas, a donde va los deshechos de la zona, pero no han encontrado ni un solo vestigio. «Marta no está en Dos Aguas», explican fuentes de la investigación a OKDIARIO.

Sin cuerpo, advierten, no hay delito. La confesión de Palma, de la que no se ha retractado ni un milímetro, tan sólo permitiría acusarle de una falta contra el artículo 526 del Código Penal. Una profanación de cadáver castigada con una pena de prisión entre tres y cinco meses eludible con una multa. Por ello, la prioridad máxima de la Guardia Civil es encontrar el cadáver y determinar si hay muestras de violencia previas a la muerte.

Fuentes de la investigación aseguran que los esfuerzos de búsqueda van a centrarse en un futuro en puntos remotos de la provincia, zonas naturales de difícil acceso donde el sospechoso pudo haber llevado el cadáver ya descurtizado de Marta Calvo y haberlo enterrado a conciencia. Creen que en las dos semanas que permaneció desaparecido tuvo tiempo de sobra para hacerlo.

Una clave en la búsqueda es el análisis de la geolocalización de sus teléfonos móviles. La información extraída por la Guardia Civil permitió buscar pistas por las zonas por las que circuló Palma durante los días posteriores a la muerte de Marta Calvo.

Sin embargo, los trayectos no son completos y muestran «agujeros negros». Es decir, hay lapsos de tiempo en que la ubicación de sus dispositivos no han quedado registrados o en los que el colombiano pudo haberse desplazado sin llevar encima su teléfono móvil. 

Según aseguran fuentes policiales, hay una zona en la que los investigadores piensan de forma recurrente. Se trata del paraje natural municipal La Murta y la Casella, muy próximo a Manuel (donde vivía Jorge Palma). Una zona de orografía complicada, con muchos lugares donde podría esconderse sin dificultad un grupo de bolsas, enterradas o lanzadas a uno de los pozos que hay en el área. La mayoría de pozos, explican estas fuentes, ya han sido revisados, por lo que el esfuerzo ha realizar se centraría en zonas de terreno sólido.

 

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