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¿Tienes miedo a los conflictos? Conoce las razones

Hay quienes huyen de los problemas desde primer momento. A esto se llama tener miedo a los conflictos, lo cual no está mal del todo pero, por otro lado, puede ser que nos cerremos en banda y no sepamos cómo solucionarnos. Descubre si realmente tienes este temor.

Quienes tienen este miedo lo pasan realmente mal y evitan cualquiera de estos problemas. De manera que nunca tienen un no por respuesta, aunque piensen lo contrario.

¿En qué se basa tener miedo a los conflictos?

Las personas que tienen este problema suelen experimentar cierta ansiedad cuando se muestran contrarios a lo que dicen otras personas, y para evitar este enfrentamiento, siempre dan la razón al otro.

Miedo al rechazo

Ello está relacionado con distintos conceptos como el miedo al rechazo. Temen que, por llevar la contraria, pueden ser rechazados o bien caer mal. Cuando no tendrían que será así. Esta angustia solo provoca conflictos internos en la persona y no le deja avanzar.

Personas inseguras

Todo ello también puede darse porque se trata de personas inseguras. No expresan su opinión, se callan, ceden y esto les posiciona como personas débiles. Otros más fuertes se aprovechan de tal situación.

Evitación

Entonces por este miedo a los conflictos, los problemas se evitan pero esto no hace que estén ahí porque no se evaden, hay cosas que no se pueden evitar y esto genera mayor desasosiego entre los que sufren este problema.

Cómo debemos hacer frente al miedo

Este problema se puede tratar. Para esto necesitamos ayuda con el fin de establecer una serie de acciones y hábitos para aprender a resolver los conflictos de la mejor manera.

El profesional de la psicología sentará más bases para ser más fuertes y también establecerá si hace falta o no medicación para controlar los síntomas que la situación genera, como el estrés o la ansiedad.

Con estas terapias se busca que la persona sea mejor y tenga mayor confianza en sí misma. Esto hace que seamos capaces de decir no, claramente, y que podamos expresar nuestras ideas aunque sean contrarias, y sin miedo a lo que piensen los demás.

Lo ideal es crear un espacio para el diálogo o la negociación porque no es el fin siempre hay grises, en medio de los negros y blancos. Los conflictos están a diario y es fácil que nos generen nuevos problemas, la clave es tener la capacidad de resolverlos pero sin sufrir, ni crear otros nuevos. Lo podemos hacer en nuestro día, desde la vida laboral a la familiar.