La fisioterapia acelera la recuperación de las enfermedades respiratorias

Recomendaciones del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Madrid para evitar algunas molestias derivadas de la gripe, el catarro o la neumonía.

No se aconseja realizar esfuerzo si se está con fiebre, mialgias o mucha sensación de ahogo o dificultad al respirar.

Rehabilitación
La fisioterapia en pacientes
Diego Buenosvinos
  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

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Ante el incremento de infecciones respiratorias como gripe A o covid-19 y sobre manera en casos graves, la fisioterapia puede ser de gran ayuda, acelerando el proceso de recuperación de estas enfermedades. Así lo asegura la decana del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM), Aurora Araújo, al constatar que se trata al paciente «con técnicas destinadas a facilitar la educación respiratoria, la higiene bronquial y el automanejo de la enfermedad, y elaboramos programas de ejercicio terapéutico y de reentrenamiento al esfuerzo, para su readaptación a la actividad cotidiana tras los procesos más severos».

Para evitar algunas de las molestias derivadas de la gripe, el catarro o la neumonía, desde este colectivo se recomienda realizar ejercicios respiratorios diafragmáticos y de la parrilla costal. De este modo se facilita la expectoración, el control de la tos y se activa y relaja la musculatura inspiradora y espiradora.

También resulta de gran ayuda realizar movimientos de flexión, extensión y abducción con los brazos, así como con el cuello, alternando rotaciones de derecha a izquierda y hacía arriba y hacia abajo. Estos ejercicios, realizados en series de seis, en secuencias de 30 segundos, durante cuatro veces al día, permiten evitar otros posibles problemas derivados de estas enfermedades respiratorias.

Los fisioterapeutas madrileños aconsejan a las personas afectadas que eviten largos periodos en la cama o tumbadas en el sofá y que caminen por la casa para que no se incremente el dolor en las articulaciones. Dar pequeños paseos por la casa y cambiar de postura con frecuencia ayudarán a aliviar el dolor de espalda, especialmente en la zona lumbar.

Técnicas de fisioterapia respiratoria

Hay ejercicios específicos, para personas con síntomas leves:

  • Si el paciente tiene fiebre o gran dificultad al respirar, no debe seguir estas pautas y consultar previamente con su fisioterapeuta o profesional sanitario de referencia.
  • Ejercicios para restablecer el patrón ventilatorio y el volumen pulmonar: son técnicas encaminadas a aumentar el volumen pulmonar inspiratorio y reducir la dificultad respiratoria:
  • Respiración con labios fruncidos: puede ayudar a reducir la sensación de disnea o dificultad respiratoria. Inspirar lentamente por la nariz; aguantar el aire 2-3 segundos, si se puede, y soplar lentamente por la boca formando una U con los labios.
  • Respiración abdominal o diafragmática: tumbado con piernas semiflexionadas (se puede poner un cojín debajo de éstas) o sentado en una silla; manos en el abdomen para notar como la barriga sale al tomar aire (inspirar) y se esconde al sacar el aire (espirar); tomar aire por la nariz (el máximo que se pueda) y sacarlo lentamente por la boca con los labios fruncidos. Realizar por la mañana y por la tarde, 10-15 respiraciones.
  • Respiración costal (ejercicios de expansión torácica): tumbado con piernas estiradas o sentado en una silla; manos en el tórax para notar como infla al tomar aire (inspirar) y se desinfla al sacar el aire (espirar); tomar aire por la nariz (el máximo que se pueda) y sacarlo lentamente por la boca con los labios fruncidos. Realizar por la mañana y por la tarde, 10-15 respiraciones.
  • Ejercicios de permeabilización de la vía aérea o drenaje de secreciones bronquiales: cuando el paciente presenta una patología respiratoria de base, secreciones al toser (tos productiva) y/o una patología respiratoria de base que cursa con secreción bronquial. Ayudan a mover secreciones que puedan estar de manera “más profunda” en los pulmones hacia la zona más cercana a la boca, y que después se expulsarán con una tos.

Durante las técnicas de drenaje de secreciones es importante mantener las medidas de higiene y protección para evitar la trasmisión del virus. Se recomienda: utilizar pañuelos de papel de un solo uso, toser en el pañuelo y tirarlo directamente a una bolsa de basura y cerrarla y limpiar las manos con agua y jabón o solución alcohólica, y de las superficies de alrededor, como mesa, silla, etc.

Se pueden combinar durante el día o realizar uno de los dos según preferencia:

  • Ejercicios de espiración lenta con la boca abierta. Tumbado de lado en una superficie plana (como la cama) o sentado en una silla; inspirar por la nariz de manera normal; espirar con la boca abierta de manera lenta y hasta vaciar del todo los pulmones. Realizar durante 5 minutos, y repetir lo mismo tumbado sobre el otro lado. Realizar dos veces al día (mañana y tarde).
  • Si en algún momento durante el ejercicio aparece tos para expulsar una secreción, se recomienda pasar a la posición de sentado, inspirar profundamente y toser.
  • Ejercicios de espiración con ayuda de presión espiratoria positiva doméstica (Bottle PEP). Realizar espiraciones en una botella de agua a través de una cañita o tubo de plástico, durante 5-10 minutos, dos veces al día. Para ello, utilizar una botella de un litro si tenemos una cañita larga, o de medio litro si la cañita es corta; el tubo o cañita debe estar al menos a 3 cm del fondo de la botella; la longitud ideal del tubo o cañita es de 40 cm., pero si no, lo que se tenga disponible en casa; llenar de agua hasta la mitad de la botella más o menos.

Readaptación a la actividad

Por último, los fisioterapeutas madrileños recomiendan realizar ejercicios (de fuerza y de resistencia aeróbica) para la readaptación a las actividades cotidianas, siempre y cuando el estado físico y la sintomatología lo permitan, bebiendo líquido con frecuencia durante cada jornada.

Para ello, controlar la respiración durante los ejercicios, inspirando durante la contracción muscular y espirando durante la relajación (se puede usar los labios fruncidos en la espiración). Y no realizarlos, (en especial los de fuerza) en apnea (es decir, manteniendo el aire dentro).

No se aconseja realizar esfuerzo si se está con fiebre, mialgias, dolor articular, malestar general o mucha sintomatología respiratoria (mucha sensación de ahogo o dificultad al respirar).

Si persisten los dolores de espalda o la dificultad respiratoria, propia de estos procesos estacionales, acudir a la consulta del fisioterapeuta.

Estos ejercicios están extraídos de la Guía de recomendaciones de fisioterapia respiratoria y ejercicio terapéutico del CPFCM para personas confinadas en casa y/o en fase de recuperación domiciliaria de la covid-19.

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