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Por qué se te ponen los dedos blancos con el frío y cómo evitarlo

¿Se te ponen los dedos blancos con el frío? Este problema de circulación es muy frecuente, y hay que saber que cuando esto sucede, no solo es un problema del frío.

La decoloración del extremo de los dedos es un trastorno de la circulación sanguínea, a veces muy doloroso, que se le reconoce como Síndrome de Raynaud. Por lo general, es un proceso que se desencadena por el frío o por el estrés, y afecta solo a las extremidades del cuerpo: los dedos de las manos y de los pies principalmente, pero también puede ocurrir en la nariz y las orejas.

Síndrome de Raynaud

Las personas con el Síndrome de Raynaud, cuando se exponen a bajas temperaturas o viven alguna emoción fuerte, pueden sufrir disfunciones circulatorias. Es un fenómeno complejo que se relaciona con las peculiares características de los vasos sanguíneos de las extremidades del cuerpo, y que puede ser comparado con una especie de espasmo vascular.

Mientras dura el espasmo vascular, la circulación disminuye y las extremidades se decoloran, la piel se vuelve blanca. A esta etapa se le llama fase isquémica. Si el fenómeno se mantiene por algunos minutos, la extremidad afectada se vuelve azul, lo que significa que ya no tiene suficiente oxígeno, es la fase cianótica. Cuando la circulación se reanuda en la zona afectada, aparece un enrojecimiento y un dolor pulsante, es la fase eritrálgica o fase de recuperación.

El síndrome de Raynaud se divide, en la actualidad, en dos grandes grupos: los síndromes primarios (90% de los casos), que ocurren entre los 15 y 25 años de edad y que no presentan ninguna enfermedad subyacente. Los síndromes secundarios (el 10% de los casos), aparecen después de los 30 años de edad, y se vinculan a alguna enfermedad.

¿Qué hacer si se ponen los dedos blancos?

Lo primero que debes hacer es conseguir que aumente la temperatura de las manos, por ejemplo, colocándolas debajo de las axilas, o sumergiéndolas en agua tibia.

Para restaurar la circulación sanguínea, mueve los dedos vigorosamente y masajea las partes afectadas. Una buena técnica para reanudar la circulación consiste en mover los brazos haciendo grandes círculos.

Si estás viviendo una situación estresante, también es posible que se decoloren los extremos de los dedos y, para controlar la situación, debes trasladarte a un lugar tranquilo, masajear la zona afectada y emplear alguna técnica anti-estrés. Es de gran ayuda hacer una respiración abdominal, inflando solo el abdomen en cada inhalación.

¿Cómo evitar que se decoloren las extremidades?

Principalmente, debes evitar exponerte al frío y a las situaciones estresantes, tanto como te sea posible. Puedes usar guantes, evitar tomar frío, hacer ejercicios de relajación, comenzar a practicar yoga o meditación.

Si los síntomas persisten y se repiten regularmente, es probable que estés padeciendo alguna afección más grave, como artritis reumatoide o esclerodermia. Por eso, si la situación se repite, es conveniente que consultes al médico para encontrar el tratamiento adecuado.

Causas del síndrome de Raynaud

Casi el 90% de las personas con esclerodermia, el 85% de las que sufren la enfermedad de Sharp (o conectividad mixta), el 30% de las personas con Gougerot-Sjogren, el 20% de las personas con lupus y el 10% de quienes sufren artritis reumatoide, se ven afectadas por el Síndrome de Raynaud.

Riesgos del Síndrome de Raynaud

La forma principal del Síndrome de Raynaud es bastante común y generalmente benigna. Si el síndrome aparece en el contexto de alguna enfermedad autoinmune como la esclerodermia, generalmente es más grave y llega a volverse incapacitante.

Cuando uno o más vasos se obstruyen por completo, pueden aparecer úlceras que requieren de mucho tiempo para sanar. Estas úlceras pueden causar necrosis de la carne y reabsorción de las falanges óseas. En los casos más graves (esclerodermia sistémica grave), puede aparecer gangrena distal de los dedos más afectados.

Si la enfermedad sigue progresando, se puede producir una disminución permanente y no reversible del flujo sanguíneo en la zona afectada. Cuando esto sucede, los dedos se adelgazan, la piel se vuelve brillante y las uñas dejan de crecer. Estos escenarios se denominan trastornos tróficos.

En casos extremos, la disminución permanente del flujo sanguíneo puede hacer que los dedos de las manos se deformen.

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