¿Por qué unas personas se emborrachan antes que otras?
El alcohol no afecta a todo el mundo por igual. Hay gente que con una cantidad muy pequeña acaba borracha, mientras que otros parecen que no tienen límite y pueden beber varias rondas permaneciendo sobrios. A continuación te explicamos por qué unas personas se emborrachan antes que otras.
Los efectos del alcohol variarán en función de los hábitos, la frecuencia con que se consuma este tipo de bebidas y del estado general de salud. También hay que reparar en una serie de aspectos físicos y biológicos que influyen en la reacción del organismo ante el alcohol.
En el caso de las mujeres, por ejemplo, resulta más fácil que sientan con más rapidez los efectos de la bebida. Por lo general tienen un tamaño más pequeño que los hombres y cuentan con mayor porcentaje de grasa corporal. El tejido graso no absorbe del todo bien el alcohol y en las mujeres hay la tendencia a que se acumule una mayor concentración en la sangre, con unos efectos más importantes.
A medida que se van cumpliendo años, sobre todo entre las personas de más edad, disminuye la resistencia a la bebida. Las personas mayores cuentan con una menor cantidad de agua en el organismo en comparación con los jóvenes, lo que conseguirá que el alcohol se acumule a una concentración más elevada. También fruto de la edad, las células se volverán más sensibles, de ahí que ciertos órganos como el cerebro lo noten con más rapidez.
Esto tampoco significa que los jóvenes toleren mejor el alcohol. Algunas investigaciones han demostrado que puede llegar a resultar más peligroso el consumo de estas bebidas a edades tempranas ya que el cerebro se encuentra en desarrollo.
Las personas con sobrepeso o con una constitución grande habrán comprobado alguna vez que pueden tomar más alcohol que el resto de amigos sin llegar a emborracharse. Esto es debido a la mayor cantidad de sangre en el organismo, por lo que a igual cantidad de alcohol se diluirá mejor, provocando menos daños en los distintos órganos como el cerebro. Además, al ser más alto o gordo el hígado presentará un aspecto más grande, que permitirá asimilar la misma cantidad de alcohol pero con más rapidez.
También el grado de embriaguez dependerá del grupo étnico, ya que los orientales tienen serios problemas para procesar el alcohol. No solo se emborrachan, ya que lo preocupante en realidad son los efectos secundarios. El responsable de esto es el acetaldehído, que es un subproducto tóxico que se produce con la descomposición del alcohol. Para deshacerse de este producto químico debe trabajar con mucho esfuerzo el hígado, pero si cuentan con una variante particular de un tipo de gen, esto ocurrirá con lentitud, provocando que se acumule el acetaldehído y genere dolor.
La concentración de este componente en el cuerpo provocará náuseas, dolor de cabeza, palpitaciones y enrojecimiento del rostro. Este tipo de gen puede estar en cualquier persona al margen de su raza, pero suele tener más presencia entre los ciudadanos asiáticos.
En cualquier caso, lo importante es que cuando se beba, se haga con moderación.
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