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Distorsión de la realidad

Las personas con trastornos de la conducta alimentaria tienden al aislamiento, según los expertos

En España 400.000 personas sufren algún tipo de este trastorno, constata la Asociación en Defensa de la Atención a la Anorexia Nerviosa y Bulimia (ADANER)

Un estudio señala que el 85% de los jóvenes afirma haber recibido burlas por su físico

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Se calcula que un 6% de la población sufre algún Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA) y España cuenta con hasta 400.000 afectados, según datos ofrecidos por la Asociación en Defensa de la Atención a la Anorexia Nerviosa y Bulimia (ADANER). La Asociación Española de Pediatría (AEPED) explica que las TCA son una de las enfermedades crónicas más frecuentes entre los adolescentes y las mujeres jóvenes.

«Las TCA se definen como trastornos mentales que se manifiestan a través de conductas alteradas en el comportamiento alimentario y en los que están implicados múltiples factores biológicos, psicológicos y sociales, entre otros», aseguran, en entrevista a OKSalud, las psicólogas responsables de ADANER.

Tras la pandemia se ha experimentado un aumento de la insatisfacción corporal entre los adolescentes, constata la Asociación Contra la Anorexia y la Bulimia de Barcelona (ACAB). Concretamente, un estudio realizado por la organización durante el curso 2020-2021 a jóvenes de entre 12 y 16 años refleja que un 47% de las jóvenes quiere bajar de peso y un 41% ya ha comenzado a seguir una dieta para adelgazar sin ningún tipo de control médico. Otro dato alarmante es que más del 85% de los jóvenes encuestados afirma haber recibido burlas por su físico.

El desarrollo de estas alteraciones es distinto para cada persona, aunque existen patrones similares cuando comienzan a manifestarse: «El punto de partida en muchos casos está relacionado con la pérdida de peso a través de una dieta, que suele implicar restricciones y control sobre lo que comen», relatan las expertas. A partir de aquí, existen diversas circunstancias que, según cómo evolucionen, evocaran en este tipo de trastornos o no.

El día a día

Actualmente todavía existen múltiples mitos y falsas creencias sobre la realidad que viven las personas con TCA. De hecho, «mucha gente sigue pensando que los pacientes pueden superar los trastornos con fuerza de voluntad y todavía se siguen viendo como problemas superficiales o manías», aseguran las psicólogas. Este aspecto provoca que las unidades de tratamiento y el número de profesionales especializados sea insuficiente.
Las personas que sufren alguna TCA encuentran dificultades en muchos ámbitos de su vida. El problema no sólo se manifiesta en la alimentación, sino que «las consecuencias se extienden mucho más allá del aspecto nutricional y abarcan aspectos psicológicos, emocionales, de resolución de conflictos y en las relaciones sociales y familiares», subrayan.

Un paciente con este trastorno habitualmente sufre conflictos internos que se manifiestan en el exterior. Como consecuencia de esta alteración, «los individuos tienden al aislamiento y al intento constante de controlar todo lo que tiene que ver con la alimentación y el peso», explican desde ADANER. Este deseo de control, que se suele desarrollar de forma obsesiva, provoca que dejen de lado otros aspectos importantes de su vida.

Apoyo y tratamiento especializado

Algunos de los síntomas más visibles de la anorexia y la bulimia son el perfeccionismo extremo, la necesidad de control, baja autoestima, impulsividad, bajada anormal de peso, atracones, cambios emocionales, percepción errónea del cuerpo, aislamiento social, excesivo ejercicio físico, depresión o irritabilidad. A nivel orgánico, «las TCA pueden provocar complicaciones digestivas, alteraciones en la menstruación, osteoporosis, neuropatías, problemas de corazón y en los dientes y evocan problemas psicológicos que se exacerbarán o surgirán debido a las carencias nutricionales», concluyen.

Los TCA son trastornos de tratamientos especializados y, a través de terapias, se puede mejorar la sintomatología. Lo más importante a la hora de tratar a un paciente con esta patología es entender que el foco no debe ponerse únicamente en el ámbito alimenticio, sino que el tratamiento debe estar adaptado para que respalde también el resto de aspectos sociales y psicológicos en los que la TCA ha influido.

Por esta razón, el tratamiento ideal debe ser multidisciplinar, de manera que deben estar implicados diferentes profesionales médicos: psicólogos, psiquiatras y nutricionistas trabajan conjuntamente. Además, es importante el papel de la familia, que servirá de apoyo a los pacientes.

De cara a 2022, las responsables de ADANER desean seguir brindando apoyo psicológico y orientación tanto a los afectados como a sus familias, ya que el fin último es conseguir concienciar y sensibilizar a la población, lo que ayudará a que aumenten los recursos y mejore la atención médica y social.