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Paciente con Asma o EPOC: manejo y educación para mejorar la calidad de vida y reducir la morbilidad

La Asociación de Pacientes con EPOC, señalan que es imprescindible no desdeñar e infravaloren los síntomas

Uno de los objetivos que resulta primordial en este abordaje, es el fomento de la adherencia al tratamiento por parte del paciente

Conseguir técnicas y habilidades por parte del paciente lleva tiempo y estudio

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

Tanto el asma bronquial como la enfermedad de EPOC se engloban en el marco de la patología respiratoria crónica compleja, que requiere de una profunda comprensión de su fisiopatología, diagnóstico y tratamiento. La educación para la salud en enfermedades crónicas juega un papel fundamental para disminuir la morbilidad y conseguir una mejor calidad de vida.

Pero también es significativo, el trabajo de formación continuada de los profesionales de esta especialidad con el objetivo de mejorar la detección temprana, el manejo y, en última instancia, la calidad de vida de los pacientes que presentan Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y Asma.

Así, como comentan en la Educación en pacientes con aspa y EPOC, Ignacio García y Palacios Gómez «la educación en el asma bronquial intenta enseñar una serie de conceptos y habilidades que tienen como objetivo conseguir que los pacientes cooperen en su tratamiento y reduzcan su ansiedad ante la enfermedad. Con las maniobras educativas, intentamos mejorar la comunicación entre los pacientes y los profesionales implicados en su mantenimiento y, con ello, inducir cambios conductuales en los pacientes con el objetivo de que mejoren su morbilidad y calidad de vida, a corto y largo plazo».

Y es que, utilizamos el aparato respiratorio toda nuestra vida, movemos alrededor de 5 litros de aire por minuto, lo que significa que 300 litros de aire entran y salen cada hora de nuestros pulmones. Asegura que en un día el volumen es de 7.200 litros y al año inhalamos 2.638.000 litros de aire. Es el órgano con más exposición al ambiente que nos rodea.

Por estos motivos, es un complemento para los pacientes, los programas educativos y las Guías Españolas de Manejo del Asma y EPOC para los profesionales y que han sido elaboradas por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), así como la adecuación de los métodos de abordaje individualizado del paciente asmático y con EPOC. Para ello, resulta fundamental, desarrollar habilidades para realizar una evaluación exhaustiva del paciente, incluyendo la interpretación de pruebas de función pulmonar y otros estudios complementarios en los profesionales de todos los niveles asistenciales.

Uno de los objetivos que resulta primordial en este abordaje, es el fomento de la adherencia al tratamiento por parte del paciente, así como del automanejo de su enfermedad en cuanto al uso de inhaladores y otros fármacos. También resulta útil, el conocimiento actualizado sobre los nuevos medicamentos biológicos con los que se cuenta en la lucha contra estas patologías.

Así, en estos ejes entre paciente y profesional resulta considerable fomentar la colaboración interdisciplinaria entre sanitarios de Atención Primaria, neumólogos y otros especialistas relevantes para garantizar un enfoque integral en la atención al paciente con patología respiratoria crónica grave, planteando así las bases de un proyecto de colaboración entre especialistas que permita compartir experiencias y conocimientos, imprescindible para ofrecer una asistencia de calidad.

Guía de contenidos para los pacientes con asma

Un programa educativo para el paciente con
asma le permitirá adquirir destreza en las siguientes habilidades(4,7):
• Información general sobre el asma y su tratamiento.
• Medidas de control ambiental.
• Reconocimientos de desencadenantes y forma
de evitarlos.
• Uso correcto de inhaladores.
• Información sobre uso y utilidad de medicamentos.
• Información sobre manejo, uso y utilidad de
medidores (flujo espiratorio máximo –FEM–),
en caso de que el médico y su educador decidan utilizar esta herramienta de trabajo.
• Información sobre cómo controlar las descompensaciones del asma en el domicilio.

Motivación del paciente

Conseguir técnicas y habilidades por parte del paciente lleva tiempo y estudio, pero la motivación como inquieren García y Gómez en la Educación en pacientes, es necesario resaltar la motivación necesaria para que «afronte las mejoras que hayan logrado y continúen, de forma eficaz, los entrenamientos».

También forma parte de una mejor calidad de vida la necesidad de un cambio en el estilo de vida del paciente. Para ello, y con la intención de evitar esta alteración de fuerza y resistencia muscular, es muy importante no caer en el sedentarismo y realizar actividad física. La mejor estrategia para estimular el ejercicio físico es preparar un plan personalizado y progresivo, adaptado a la capacidad del paciente, teniendo en cuenta la presencia de otras patologías, así como el entorno familiar y social. El hecho de realizar ejercicio de forma rutinaria consigue mejorar la función muscular, de forma que, además de ir aumentando la tolerancia al ejercicio, mejora la capacidad pulmonar, disminuye la sensación de disnea y el estado de salud general se ve favorecido, con lo que el paciente se siente más motivado.

El grupo de Educación para la Salud de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), en su pretensión de que los pacientes conozcan mejor sus enfermedades y en función de la importancia e intensidad del daño en los pulmones, aclaran que, con las medidas terapéuticas adecuadas, los pacientes puede alcanzar gran calidad de vida en las fases iniciales de la enfermedad. «Si está muy avanzado, tendremos limitados los esfuerzos y necesitaremos ya bombonas de oxígeno para respirar», comentan.

La Asociación de Pacientes con EPOC, señalan que es imprescindible no desdeñar e infravaloren los síntomas y la necesidad de un mejor manejo de la patología, ya que en ocasiones, se tiende a subestimar sus síntomas atribuyéndolos al tabaco, y a adaptarse a la enfermedad. Incluso en las fases leves, estas personas pueden limitar sus actividades y adaptarse a lo que no les provoca malestar para evitar los síntomas.

Pero, ¿qué se puede hacer para controlar y afrontar mejor la enfermedad?

Dejar de fumar es probablemente el mejor tratamiento que se puede realizar para controlar la enfermedad, así como evitar la exposición al tabaco en los fumadores pasivos. Este factor cobra una relevancia vital en las personas con EPOC: es la medida más efectiva para disminuir la mortalidad, mejorar los síntomas respiratorios y disminuir los ingresos hospitalarios . Además, los beneficios son inmediatos, puesto que dejar de fumar mejora la salud y la calidad de vida

El virus de la gripe puede provocar un empeoramiento de la EPOC. La mejor prevención es la vacuna neumocócica.

Mantener una vida activa y hacer ejercicio es muy beneficioso para evitar la progresión de la enfermedad. La actividad física provoca que disminuya la necesidad de oxígeno y por tanto, que se mejore la musculatura y las articulaciones. Como resultado se reducen los síntomas de la EPOC, especialmente la disnea.

La EPOC convive a menudo con comorbilidades como enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, osteoporosis, diabetes, ansiedad, etc. Es importante tenerlas “controladas” porque pueden agravar la EPOC y empeorar la calidad de vida.

Obesidad

Mantener un peso adecuado, es del mismo modo esencial. La obesidad se relaciona con un peor pronóstico y calidad de vida para las personas con EPOC; no obstante, el déficit de peso también contribuye negativamente en la enfermedad.

No realizar el tratamiento como se ha prescrito puede influir negativamente en la enfermedad. Es imprescindible seguir siempre las indicaciones que proporciona el médico y acudir a todas las visitas programadas.

La EPOC incrementa el riesgo de depresión, estrés y ansiedad y, al mismo tiempo, estas enfermedades incrementan los síntomas de EPOC. Aprender a hacer frente al estrés y a la ansiedad y buscar un profesional para tratar estos problemas mentales, puede ayudar a mejorar y a sentirse mejor en general.

Aulas Respira

SeparPacientes es el grupo de trabajo que, dentro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica  (SEPAR), centra sus esfuerzos en la atención de los pacientes y su entorno.

SEPAR es pionera en la creación de espacios de participación e intercambio de experiencias para pacientes respiratorios al facilitar la divulgación de las enfermedades respiratorias y al mismo tiempo propiciar el acercamiento entre el médico y el paciente.

Con este objetivo nacen las Aulas Respira, como un espacio de formación e intercambio entre los especialistas de enfermedades respiratorias y los pacientes y sus cuidadores. En las sesiones, se informa, se orienta y se resuelven las dudas a los pacientes sobre su enfermedad y de cómo ésta afecta su calidad de vida.

Las Aulas Respira se organizan a iniciativa de los servicios de neumología o cirugía torácica de los hospitales y centros de salud, con la colaboración de SeparPacientes, y participan los pacientes y cuidadores de su área de referencia.

Inmunofitness y medicina personalizada en asma grave

Según los especialistas, la prevalencia del asma en España es similar a la de otros países europeos. Al tratarse de una enfermedad crónica es importante que los pacientes utilicen adecuadamente los tratamientos prescritos por su médico y que estos comprueben que los pacientes lo adoptan de forma correcta en cuanto a dosis y tiempos prescritos. «Esto es especialmente importante si el tratamiento es en forma de inhaladores» – aclara el doctor Álvar Agustí – «muchos pacientes no los toman adecuadamente y seguir una correcta técnica inhalatoria es fundamental». Los pacientes que tienen un control de la enfermedad más complicado son los que presentan asma grave. «En estos casos, la terapia triple y los nuevos fármacos biológicos son de gran utilidad».

En cuanto a la importancia de una adecuada vacunación, el objetivo final es fortalecer el denominado inmunofitness, pero hay que tener en cuenta que no sólo en etapas infantiles. Así, las vacunas conllevan un adecuado entrenamiento de nuestro sistema inmunitario que puede condicionar la respuesta de nuestro organismo frente a las potenciales patologías que pueden acontecernos y que van a condicionar nuestra salud futura y la calidad de nuestro envejecimiento.