Salud

Nunca hagas esto con las pastillas: un médico revela el riesgo de cortarlas o machacarlas

Pastillas
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

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Tomar medicamentos correctamente es una responsabilidad importante, pero a menudo nos encontramos con prácticas comunes que, aunque parecen inofensivas, pueden alterar la eficacia del tratamiento. Uno de los errores más frecuentes es partir o machacar las pastillas para que sean más fáciles de tragar. Sin embargo, muchos de los medicamentos que consumimos tienen formulaciones diseñadas para liberar los principios activos de manera controlada o dirigida a un lugar específico del cuerpo.

Partir o aplastar la pastilla puede arruinar este proceso, haciendo que el medicamento pierda su efectividad. El doctor Fernando Fabiani, experto en salud y divulgador médico, ha señalado en varias ocasiones que esta práctica es algo que no se debe tomar a la ligera, e insiste en la importancia de seguir correctamente las indicaciones médicas.

Por qué no debes cortar o machacar las pastillas

El doctor Fabiani explica que muchas pastillas tienen recubrimientos especiales que desempeñan un papel crucial en el proceso de liberación del medicamento. Estos recubrimientos están diseñados para proteger el fármaco de los efectos del ácido gástrico, permitiendo que se libere únicamente en el lugar adecuado, generalmente en el intestino delgado.

Si partimos la pastilla, esta barrera protectora se rompe, lo que puede hacer que el principio activo se desactive en el estómago antes de llegar a su destino. Como resultado, se pierde la efectividad del medicamento, lo que reduce el beneficio terapéutico que debería proporcionarnos.

Otro tipo de pastillas que no se deben partir son las de liberación controlada o modificada. Estos medicamentos están formulados para liberar su contenido de manera lenta a lo largo del tiempo, lo que garantiza una acción prolongada y estable.

Si cortamos estas pastillas, el fármaco se puede liberar de golpe, lo que no sólo disminuye su eficacia, sino que también puede desencadenar efectos secundarios no deseados. La liberación rápida de una dosis alta del principio activo puede generar reacciones adversas, incluso causar complicaciones serias si no se controla.

Por ejemplo, ciertos medicamentos diseñados para tratar enfermedades del tracto intestinal pueden tener una capa especial que sólo se disuelve en el intestino. Si esta capa se rompe al partir la pastilla, el medicamento puede ser absorbido prematuramente en el estómago, donde no tendría el mismo efecto terapéutico. Además, esto podría irritar la mucosa gástrica, lo que aumenta el riesgo de efectos secundarios. Por estas razones, es fundamental seguir las indicaciones sobre si se debe o no partir una pastilla.

¿Cuándo es seguro?

El doctor Fabiani sugiere que, si alguna vez tenemos dudas sobre si debemos partir una pastilla, lo mejor es consultar al médico o al farmacéutico. Sin embargo, en la mayoría de los casos, las pastillas que tienen una ranura en el centro se pueden partir, ya que están diseñadas para ello. Aún así, éste no es un indicador absoluto, por lo que es esencial verificar siempre la información del prospecto o pedir consejo a un profesional.

Si el médico ha indicado que es necesario dividir la dosis de un medicamento, puede que lo haga de manera progresiva, indicándonos que cortemos la pastilla de forma controlada. En estos casos, el corte hay que hacerlo cuidadosamente, utilizando un cortador de pastillas adecuado, en lugar de un cuchillo, para que el fármaco se divida de manera uniforme. Usar un cuchillo puede dañar el medicamento, haciendo que no se distribuya de manera adecuada.

Otros errores habituales

Cortar las pastillas no es el único error que las personas cometen al tomar medicamentos. El doctor Fabiani también ha señalado otros hábitos que pueden interferir con la efectividad de los tratamientos.

Un error común es tomar medicamentos con alimentos. Aunque algunas pastillas hay que tomarlas con comida para evitar irritaciones estomacales, muchas otras se deben tomar en ayunas para garantizar que se absorban correctamente. En estos casos, es importante seguir las instrucciones del médico sobre cómo y cuándo tomar los medicamentos.

Otro error frecuente es olvidar tomar la medicación a la hora indicada. Si bien a veces puede parecer que no pasa nada por retrasar la toma de la pastilla, lo ideal es seguir el horario establecido.Además, nunca debemos interrumpir un tratamiento por cuenta propia, aunque nos sintamos mejor. En enfermedades crónicas, la interrupción del tratamiento puede llevar a la reaparición de los síntomas o incluso a complicaciones graves.

El caso de los antibióticos es especialmente relevante. Es fundamental completar el tratamiento completo, incluso si ya nos sentimos mejor. Si no se termina el ciclo completo, las bacterias pueden volverse resistentes, lo que hace que sea más difícil tratar infecciones en el futuro.

En definitiva, el acto de partir o machacar pastillas, aunque sea para facilitar su ingesta, puede ser una práctica perjudicial si no se hace correctamente. El riesgo de perder la efectividad del medicamento, alterar su liberación controlada o afectar su absorción es real y puede tener consecuencias en nuestra salud. Si alguna vez tienes dudas sobre si es seguro cortar una pastilla, lo mejor es consultar con un profesional.

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