Muchos medicamentos son adictivos: ¿por qué nos advierten tan poco de lo que tomamos?

Debemos asegurarnos de que lo que tomamos no interfiere en otros tratamientos, suplementos u otras sustancias

Si te parece que un medicamento es ineficaz, no dejes de tomarlo ni cambies por tu cuenta la dosis sin antes hablar con tu médico

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Algunos medicamentos pueden ser adictivos.
Diego Buenosvinos
  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

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Existen muchos medicamentos que se consumen bajo prescripción médica con un alto poder adictivo. A pesar de que todas estas sustancias se emplean por motivos necesarios y tienen usos terapéuticos legítimos, su empleo excesivo, inadecuado o el abuso de las mismas puede conducir a problemas de salud graves. Sin embargo, algunas asociaciones de pacientes se quejan de que en muchas ocasiones no son advertidos de estos efectos secundarios o cómo deben actuar ante ellos.

En muchas ocasiones, el uso de medicamentos puede llevar a personas que necesitan analgésicos, sedantes o estimulantes para tratar una enfermedad a estados de adicción que nunca son generalizados, pero que ante esta posibilidad, la precaución debe ser atendida como prioridad tanto por pacientes como por sanitarios.

En este sentido, la psiquiatra estadounidense Anna Lembke, señalaba a BBC que tras dos décadas de trabajo con estas patologías, comprobó cómo le llegaban cada vez más enfermos con un cuadro de dependencia a los fármacos que les habían recetado para tratar un dolor físico o algún tratamiento mental. Es decir, la solución para una enfermedad se convertía con el paso del tiempo en otra patología distinta y muy difícil de tratar.

«El poco tiempo para las consultas, el aumento de la disponibilidad de medicamentos, la necesidad de más control de su uso, la escasa educación para comprender los riesgos de algunos de ellos y la influencia del marketing conforma un sistema que deberíamos revisar», reconocía la especialista.

Ante esta disyuntiva se debe tener en cuenta que es necesario un uso correcto a la hora de tomar un medicamento. Debemos asegurarnos de que lo que tomamos no interfiere en otros tratamientos, suplementos o posibles otras sustancias adictivas. Pregunta a tu médico si hay otros medicamentos con ingredientes que tengan menor potencial de generar adicción.

Por otra parte, es necesario consultar de forma periódica para asegurarte de que el medicamento es eficaz y de que estés tomando la dosis adecuada, siguiendo ante todo las instrucciones cuidadosamente. Usa los medicamentos según te lo recetaron. Si te parece que un medicamento es ineficaz, no dejes de tomarlo ni cambies por tu cuenta la dosis sin antes hablar con tu sanitario: por ejemplo, si estás tomando un analgésico que no está controlando adecuadamente el dolor, no tomes más y vuelve a ver al médico.

Medicamentos a tener en cuenta

Derivados del opio: son aquellos que se utilizan para el dolor.

Fentanilo: actúa contra el dolor y de ahí su gran poder analgésico. En este caso se necesita una receta específica.

Codeína: es un derivado opiáceo y se suele utilizar contra la tos seca, entre otras cosas.

Morfina: es un potente analgésico y suele utilizarse en cirugías. La adicción se produce porque se une a los receptores opiáceos del dolor.

Tramadol: en este caso es un analgésico opiáceo. Se usa para tratar el dolor.

Benzodiacepinas: Son sedantes o tranquilizantes y que   pueden disminuir la actividad cerebral.

Diazepan: es un ansiolítico de acción prolongada.

Lorazepan: es un ansiolítico de acción corta. Tiene acción hipnótica, anticonvulsivante, sedante y relajante muscular.

Alprazolam. ansiolítico de acción corta, posee actividad antidepresiva.

Los estimulantes como norepinefrina y la dopamina

Metilfenidato: sirve para tratar el trastorno de hiperactividad con déficit de atención. Se usa en niños principalmente.

Oximetazolina: un descongestionante nasal en formato inhalador.

 

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