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Fear of Missing Out

JOMO: la alegría de perderse cosas y cómo afecta al bienestar emocional

Los expertos destacan que la desconexión voluntaria tiene efectos positivos en la salud mental

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

En una sociedad dominada por la tecnología y las redes sociales, donde el conocido como Fear of Missing Out (FOMO) o miedo a perderse momentos impulsa a muchas personas a mantenerse constantemente conectadas, surge una nueva tendencia que invita a reflexionar sobre la necesidad de cuidar del bienestar emocional propio a través de la introspección: el Joy of Missing Out (JOMO). Este concepto, que podría traducirse como «la alegría de perderse las cosas», impulsa la idea de valorar el tiempo para uno mismo, desconectarse de las exigencias externas y centrarse en el presente.

«La presión constante por estar al día con todo lo que ocurre, ya sea en redes sociales, eventos o actividades, puede generar altos niveles de ansiedad, fatiga emocional y un sentimiento continuo de insatisfacción. En cambio, abrazar este nuevo enfoque centrado en la calma y en la toma de decisiones conscientes permite priorizar nuestras necesidades personales y desarrollar una relación más saludable con el tiempo y la tecnología», señala Carla Álvarez Llaneza, psicóloga de Blua de Sanitas.

La experta destaca así que la desconexión voluntaria tiene efectos positivos en la salud mental. «Cuando elegimos conscientemente alejarnos del ruido digital y de las exigencias sociales, nuestro cerebro experimenta una reducción en los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y aumenta la producción de serotonina, lo que mejora nuestro estado de ánimo», explica.

De hecho, practicar este enfoque de autocuidado no solo disminuye la ansiedad, sino que también favorece aspectos como la introspección, el autoconocimiento y la creatividad. «Al darnos permiso para no estar disponibles todo el tiempo, creamos espacios para reflexionar, resolver problemas y disfrutar de actividades que realmente nos nutren a nivel emocional», añade la psicóloga de Sanitas.

Ante esta situación, los expertos de Sanitas han elaborado un listado con una serie de estrategias para poder adoptar este modo de vida en el día a día:

Establecer límites digitales: es recomendable asignar momentos específicos del día para desconectarse de los dispositivos electrónicos. Una opción puede ser crear una «zona libre de tecnología» en el hogar o establecer un «horario digital» fuera del trabajo.

Practicar la atención plena: actividades como la meditación, el yoga o caminar al aire libre pueden facilitar la conexión con el presente y permitir disfrutar del momento sin distracciones.

Identificar prioridades: es útil reflexionar sobre qué actividades e interacciones aportan verdadero valor a uno mismo. Esto puede implicar rechazar compromisos que no resultan significativos y reservar tiempo para lo que es realmente importante.

Fomentar relaciones significativas: en lugar de intentar estar presente en múltiples eventos, es preferible enfocarse en pasar tiempo de calidad con personas cercanas. Las conexiones profundas tienden a generar mayor satisfacción que las interacciones superficiales.

Abrazar el silencio y la desconexión: aprender a disfrutar de la propia compañía puede convertirse en una fuente de renovación y autodescubrimiento. Además, contribuye a la autoestima y a la seguridad en uno mismo.

Asimismo, la práctica de este enfoque puede ser particularmente beneficiosa para quienes enfrentan el burnout laboral. «Esta manera de gestionar los compromisos sociales permite reequilibrar la balanza, devolviéndonos el control sobre cómo queremos invertir nuestra energía y tiempo», concluye la experta.