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La impresión 3D, a la vanguardia en medicina

Los avances en medicina pasan sí o sí por la impresión 3D, entre otras medidas. Se busca rapidez, fiabilidad y técnicas menos invasivas.

“La impresión 3D se comenzó a introducir a nivel industrial en los años 80. No es hasta el año 2001 cuando comenzamos, de forma pionera en San Sebastián, a emplear la impresión 3D para simular y planificar cirugías, de cara a premoldear estructuras para los pacientes”, responde Pedro Martínez Seijas, uno de los primeros doctores en implementar en España técnicas de impresión 3D con sus pacientes dentro de la rama maxilofacial (en la que está especializado).

Aunque este tipo de técnica ofrece muchos beneficios, el doctor reconoce que En España ha habido pocos grupos de trabajo que hayan aplicado la impresión 3D médica. Sin embargo, en los últimos años está despegando de modo muy reseñable.

Beneficios y aplicaciones de la impresión 3D en la salud

Gracias a estas técnicas se mejora el resultado del tratamiento además del ahorro de dinero y tiempo. Utilizar la Impresión 3D es algo favorable porque la cirugía es más segura, más corta en el tiempo y más fácil de recuperación.

“Permite tener un control absoluto del resultado final; y prever el resultado antes de la misma operación, tanto a nivel funcional como a nivel estético”, reconoce el doctor.

También aporta una visión cercana del paciente para conseguir una cirugía personalizada y a medida, desde la simulación y la planificación quirúrgica, hasta la fabricación e implantación de prótesis impresas en 3D.

Y hay más porque la impresión 3D médica en todo su amplio aspecto (desde el biomodelo virtual al biomodelo físico impreso en 3D, la prótesis a medida impresa en 3D o guías de corte que permitan transmitir lo planificado al quirófano), logra beneficios en el paciente y el sistema sanitario haciéndolo más eficiente, “disminuyendo los tiempos quirúrgicos y permitiendo cirugías mínimamente invasivas”.

Gran desconocimiento

Pedro Martínez Seijas explica que hay un desconocimiento muy grande, desde los responsables sanitarios y los generadores de política sanitaria hasta el médico y usuario final, siendo solo unos pocos profesionales los que conocen en detalle lo que es la impresión 3D. Por ello, los médicos colaboran con distintos organismos públicos para evitar que haya un mal uso de la tecnología.

¿Qué debe hacerse? para el doctor es necesario definir claramente el equipo multidisciplinar para llevar a cabo este trabajo: los roles de cada una de las partes del equipo, la capacitación y las actitudes necesarias para el uso de la impresión 3D médicas abordando, además, el punto de vista de fabricación, diseño y seguridad clínica para el paciente.

Es importante, entonces, regular todo este proceso, ya sea en el ámbito hospitalario o en el ámbito industrial, sino se corre el riesgo de crear dos varas de medir, lo que ocasionaría un problema mayor”.