OkSalud

Fístula: Causas, síntomas y tipología de la enfermedad

En términos médicos generales, una fístula es una conexión anormal entre dos partes internas del cuerpo humano. Esta puede desarrollarse entre distintos órganos, siendo los casos más habituales entre el esófago y la tráquea, el intestino y la vagina, o el recto y la piel perianal. No obstante, también pueden formarse entre dos arterias o vasos sanguíneos, como sucede con una vena y una arteria.

Causas y síntomas

Las fístulas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo.

Aunque en algunos casos, el paciente ya nace con una fístula, su aparición se debe principalmente al estrés, diversas infecciones, heridas superficiales, complicaciones después de una cirugía o tras el diagnóstico de enfermedades como la de Crohn o la colitis ulcerativa.

Entre los síntomas más recurrentes encontramos:

La herida suele cicatrizar desde dentro hacia fuera.

A diferencia de otros tipos de dolencia similares, como las hemorroides, el único tratamiento posible para las fístulas es la cirugía. La mayoría de ellas se operan cortando la piel y el músculo que hay por encima del túnel resultante, dejando así un surco abierto. De esta forma, la fístula se curará desde dentro hacia fuera.

La fístula y su tipología

A día de hoy, existen cuatro tipos de fístulas.

Si nos centramos en el área más dañada por la afección, la clasificación es de lo más extensa. Podríamos hablar de fístula anal, enterovaginal, rectovaginal, auricular, gástrica, umbilical, cervical o metroperional, entre otras. Sin embargo, su estructura proporciona una tipología mucho más generalizada: