Estos son los ejercicios que debes hacer si quieres fortalecer tu espalda
Principales causas del dolor de espalda
Trucos para evitar el dolor de espalda
Cinco gestos diarios que te evitarán los dolores de espalda
Si bien muchas veces dejamos pasar demasiado tiempo antes de encargarnos de la salud del cuerpo, esperando a que aparezca alguna molestia para intervenir, los ejercicios para fortalecer la espalda pueden ser útiles a modo preventivo como acompañando un proceso de sanación de la zona, siempre con el consejo de un profesional en estos últimos casos.
Ejercitar la espalda es fundamental para una buena calidad de vida, porque basta pensarlo un segundo, para notar que buena parte de cada jornada estamos cargando peso sobre esta región del organismo, lo que supone que se esté esforzando más de lo realmente necesario, y pueda lesionarse.
El aprender a mantener una postura correcta, junto con algunos de estos entrenamientos de espalda, puede ser la solución ideal para aquellas personas que con frecuencia sienten incomodidad. Especialmente cuando permanecen varias horas consecutivas sentadas, o haciendo fuerza por algo.
5 técnicas para fortalecer los músculos de la espalda
Afortunadamente, existen muchas técnicas para los dolores de espalda, las cuales vas a poder realizar en tu hogar, sin importar las dimensiones de ésta, prescindiendo de elementos externos, aprovechando el mismo cuerpo para beneficiar las posiciones contraindicadas que provoca la rutina.
Para comenzar, te aconsejamos que te tumbes boca arriba, que levantes las rodillas lentamente mientras intentas mantener los pies en el suelo. En esa situación, inspira con profundidad por la nariz y expulsa el aire despacio, por la boca, pretendiendo que tu abdomen se mantenga inflado.
Sin abandonar esa pose, ahora estira las piernas y comienza a elevarlas de modo alterno, primero una y luego la otra, con repeticiones de hasta 10 o 15 veces por cada una de las extremidades.
Una vez que hayas terminado con esa rutina, puedes complementarla con otras, tumbándote como al principio, sobre la espalda, con las rodillas elevadas al cielo, hasta que sientas trabajar los grupos musculares afectados. Estira ambas piernas, pero en simultáneo, para producir más esfuerzo.
También puedes colocarte boca abajo, con una almohada o cojín bajo el abdomen para comodidad, inspirando y espirando tranquilamente, relajando esta zona del core.
¿Cómo saber si puedo ejercitar mi espalda?
La respuesta a esta pregunta es doble ya que, por un lado, ante la certeza o sospecha de una lesión, debes consultar a un médico para que te aconseje sobre el tratamiento y, por el otro, inmediatamente sientas algún pinchazo o pinzamiento, debes abandonar la práctica deportiva y enfocarte en la recuperación de ese músculo que puede estar más forzado de lo que sería recomendable.
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