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El elixir de la vida eterna

Es un habitual en todas las cocinas de España, pero en otros países también empiezan a valorar la importancia del oro líquido, del aceite de oliva. Para algunos se trata del elixir de la vida eterna. Es el caso del profesor de Epidemiología Genética en el Kings College de Londres, Tim Spector, que sustituyó su desayuno de siempre de yogur y fruta por un vaso de aceite de oliva. Considera que incluyendo este alimento su vida se alargará.

Al comienzo sufrió mareos y náuseas, pese a que comenzaba con el estómago lleno a consecuencia del vaso de aceite. En su caso se decantó por la variedad Arbequina que le habían regalado unos amigos españoles, que se encuadra dentro de los aceites de oliva virgen extra suave. El resultado era bastante decepcionante, sobre todo porque una cosas es disfrutar de un chorro de oliva con pan caliente y otra hacerlo en ayunas por la mañana y bebiendo un vaso de oro líquido.

No era algo nuevo lo que hacía este profesor británico, ya que en los años 60 los pescadores griegos de Creta optaban por consumir un vaso de oliva antes de comenzar la jornada laboral. Distintas investigaciones científicas han demostrado que el consumo de este alimento consigue prolongar la longevidad de las personas. Pero más allá de alargar los años de vida, también hay otros beneficios de la cucharada de aceite de oliva por las mañanas y es que entre otras cosas consigue disminuir la formación de cálculos biliares y contribuye a expulsar las piedras, mejora el funcionamiento del aparato digestivo, adelgaza, combate la resaca e incluso puede resultar de gran valor para abandonar el hábito de fumar.

A la hora de tomar un aceite, no vale cualquiera. Este experto recomienda que no se debe escatimar en calidad. Para alargar la vida no nos podemos conformar con gamas bajas. Lo adecuado sería que fuese aceite de oliva virgen extra. De lo contrario no tendría ningún sentido continuar con esta dieta.

Tanto en España como en los países del Mediterráneo como Grecia e Italia se consumen al año unos 13 litros de aceite de oliva por personas, cuando en otros lugares como Estados Unidos o Gran Bretaña apenas llegan al litro.  Es cierto que algunos estudios también han dicho que tampoco resultaba tan saludable como se pensaba debido a la alta cantidad en grasas y calorías. Pese a ello hay un dato a tener en cuenta, y es que las poblaciones del sur de Europa, que son las que toman más aceite de oliva, padecen menos enfermedades cardiovasculares y viven más tiempo. Otras teorías señalan a este producto como el principal combustible para disfrutar de una vida más larga y sana.

Está más que demostrado el enorme potencial que tiene el oro líquido en nuestra alimentación, sobre todo cuando se complementa con otros productos de la dieta mediterránea como son los cereales, integrales, verduras, frutas, legumbres y lácteos como el queso y el yogur. A poder ser es mejor que sea de la gama virgen extra.