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Dermatóloga del Grupo de Dermatología Estética y Terapéutica del Grupo Pedro Jaén

Dra. Jiménez: «Las rutinas que muestran influencers no están adaptadas a la realidad dermatológica»

La cosmeticorexia es una conducta obsesiva centrada en la búsqueda de una piel perfecta

"El uso precoz e inadecuado de cosméticos conlleva diversos riesgos"

La cosmeticorexia es un trastorno relacionado con la obsesión por el uso excesivo e inadecuado de cosméticos, impulsado por la presión social y el ideal de una imagen perfecta. Aunque no es una enfermedad reconocida oficialmente, cada vez más dermatólogos advierten de esta conducta compulsiva, sobre todo entre adolescentes, que aplican productos sin control y sin supervisión médica. Esta tendencia, alentada por redes sociales y modas virales, puede provocar daños cutáneos importantes, sobre todo, en menores de edad, especialmente cuando se utilizan activos potentes como si fueran de uso general.

Cada vez más niñas y adolescentes, algunas incluso desde los 9 años, muestran una preocupación excesiva por el aspecto de su piel, influenciadas por las redes sociales y las rutinas de belleza de influencers adultas, tal y como explica en entrevista a OKSALUD la doctora Natalia Jiménez, dermatóloga dermatóloga del Grupo de Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET) de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y del grupo Pedro Jaén.

La experta alerta sobre el auge de la cosmeticorexia, una conducta obsesiva centrada en la búsqueda de una piel perfecta, que puede derivar en irritaciones, brotes de acné inducidos por cosméticos o dermatitis por el uso inadecuado de productos no aptos para su edad. «Las rutinas que se ven en redes no están adaptadas a pieles jóvenes y pueden generar más daño que beneficio», advierte.

El uso precoz de exfoliantes, sérums con ácidos potentes o mascarillas agresivas no solo compromete la salud cutánea, sino que también puede reflejar un trastorno de autoestima relacionado con la presión estética. La doctora Jiménez recomienda a las familias priorizar la educación crítica y fomentar hábitos sencillos y saludables: limpieza suave, hidratación y fotoprotección, sin caer en modas virales. «La piel perfecta no existe; cuidar la piel es un acto de salud, no de perfección estética», concluye.

PREGUNTA.- ¿Qué es exactamente la cosmeticorexia y cómo se manifiesta en la piel de las niñas y adolescentes que la padecen?

RESPUESTA.- La cosmeticorexia es una forma de comportamiento obsesivo asociado al uso de productos cosméticos, especialmente cuando existe la búsqueda constante de una ‘piel perfecta’. En niñas y adolescentes, puede manifestarse en la aplicación compulsiva de productos, rutinas con muchísimos productos o cambiantes, y una preocupación desproporcionada por imperfecciones mínimas o inexistentes. En la consulta de dermatología, observamos signos como irritación, enrojecimiento, sequedad, brotes de acné inducidos por cosméticos (acné cosmético), dermatitis de contacto o perioral, entre otras alteraciones.

P.- ¿A qué edad están empezando a preocuparse por su rutina facial y qué riesgos dermatológicos conlleva el uso precoz e inadecuado de cosméticos?

R.- Cada vez vemos interés por el cuidado facial en niñas a partir de los 9 años, influenciadas principalmente por el contenido que ven redes sociales. El uso precoz e inadecuado de cosméticos conlleva diversos riesgos:

P.- ¿Qué tipo de productos o ingredientes suelen utilizar de forma excesiva las menores y cuáles son los más problemáticos para su piel en desarrollo?

R.- Suelen abusar de productos como exfoliantes físicos o químicos, mascarillas, sérums con activos potentes (como retinoides, ácido salicílico, acido glicólico en altas concentraciones), y cremas oclusivas no formuladas para piel joven.

P.- ¿Qué señales de alerta pueden indicar que una menor está desarrollando una obsesión con el cuidado facial o el aspecto de su piel?

R.- Considero que alguna de las señales de alerta pueden ser las siguientes:

P.- ¿Qué papel juegan las redes sociales, las influencers de belleza y las tendencias como el «skin cycling» o el «glass skin» en la aparición de esta conducta compulsiva?

R.- Pienso que las redes sociales ejercen una influencia muy potente. Las rutinas que muestran influencers no están adaptadas a la realidad dermatológica de una menor, y muchas veces promueven una imagen de piel «perfecta» e irreal, amplificada por filtros y edición. Tendencias como el «glass skin» o el «skin cycling», aunque pueden tener sentido en población adulta, no están pensadas para pieles jóvenes, y su malinterpretación o aplicación precoz puede derivar en daño cutáneo o comportamientos obsesivos.

R.- ¿Cómo pueden actuar los padres, educadores o profesionales sanitarios para prevenir o detectar la cosmeticorexia a tiempo?

R.- La prevención comienza con la educación crítica sobre el cuidado de la piel. Tando padres como profesionales sanitarios y divulgadores científicos debemos fomentar una imagen corporal sana y evitar que los niños usen productos inadecuados por moda que ven en redes sociales. Nuestro papel como dermatólogos es importante a la hora de establecer unas recomendaciones. En general, en una población tan joven y sin patología, basta con realizar una limpieza básica, hidratación y protección solar. 

P.- ¿Qué consejos básicos daría a las familias sobre el cuidado de la piel en la infancia y adolescencia, especialmente ante la presión estética actual?

R.- Mi consejo sería, «menos es más»: