Dr. Villacastín: «Podemos navegar dentro del corazón con precisión milimétrica y sin radiación»
"La prevención es la mejor medicina para las enfermedades del corazón"
"Una vida saludable no es aburrida, es una inversión en calidad de vida"


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La Comunidad de Madrid ha dotado al Hospital público Clínico San Carlos con la primera sala del mundo libre de radiación para realizar procedimientos cardiovasculares invasivos. Esta innovación forma parte de la nueva área de Cardiología Intervencionista del centro, que ha sido completamente renovada dentro del plan INVEAT. Gracias a esta modernización, el hospital se posiciona entre los más avanzados de Europa en esta especialidad.
Cada año, la Unidad de Hemodinámica realiza más de 4.000 cateterismos, más de 1.000 angioplastias coronarias y más de 500 intervenciones estructurales. Por su parte, la Unidad de Arritmias lleva a cabo más de 100 estudios diagnósticos, 600 ablaciones terapéuticas y más de 650 implantes de dispositivos como marcapasos, desfibriladores o holters. Esto les permite tener una experiencia extraordinaria en casos extremadamente complejos
El jefe del Servicio de Cardiología del Clínico San Carlos, Julián Pérez Villacastín, ha subrayado la importancia de estas mejoras al recordar que más del 30 % de la población adulta sufrirá a lo largo de su vida algún tipo de enfermedad cardiovascular, como infarto, ictus o insuficiencia cardíaca. Hablaremos de estos aspectos en OKSALUD con el especialista y sabremos qué cambios e incidencia están teniendo estas enfermedades en nuestro país.
Pregunta.- ¿Qué significa para el Hospital Clínico San Carlos contar con la primera sala sin radiación del mundo para procedimientos cardiovasculares invasivos?
Respuesta.- Estamos muy contentos porque inicialmente parecía difícil poder prescindir en una sala nueva de un aparato de rayos, pero utilizando los últimos sistemas de navegación como los que tenemos ahora mismo, ya nos hemos acostumbrado y ahora ya sabemos que hemos acertado. Somos más eficientes y sacamos mucho más partido a cada tecnología, sin tener ningún equipo parado.
P.- ¿Cómo cambia esta tecnología la práctica diaria de los cardiólogos intervencionistas?
R.- Al principio, adaptarse puede suponer un reto, pero una vez superada esa etapa inicial, trabajar sin la presencia constante de radiaciones se vuelve mucho más cómodo y seguro. La eliminación de la necesidad de utilizar mandiles plomados —que suelen ser pesados, incómodos y limitan la movilidad— mejora significativamente las condiciones en las intervenciones. Además, este entorno libre de exposición a rayos X ofrece una ventaja muy importante: permite que nuestros profesionales, incluidas aquellas que están embarazadas, puedan desempeñar su labor con total tranquilidad y sin ningún riesgo asociado a la radiación.
P.- ¿Qué ventajas ofrece la reconstrucción tridimensional del corazón en tiempo real respecto a los métodos tradicionales?
R.- Este sistema nos permite alcanzar una precisión mucho mayor en la localización de los catéteres dentro del corazón. Gracias a esta tecnología, es mucho más sencillo volver con exactitud a zonas específicas donde previamente hemos identificado el origen del problema. La sensación es comparable a la de utilizar un GPS, pero con un nivel de exactitud extremadamente alto, lo que nos da un control milimétrico durante todo el procedimiento. Esta capacidad de navegación precisa no sólo mejora la eficacia del tratamiento, sino que también reduce el tiempo de intervención y aumenta la seguridad para el paciente.
P.- ¿Cuáles son los principales beneficios para los pacientes al eliminar la exposición a la radiación en este tipo de procedimientos?
R.- Afortunadamente, los equipos de última generación emiten una cantidad significativamente menor de radiación en comparación con las tecnologías anteriores, lo cual representa un beneficio directo tanto para los pacientes como para los profesionales sanitarios. Esta reducción en la exposición no sólo mejora la seguridad a corto y largo plazo, sino que también permite realizar procedimientos más prolongados o complejos con menor riesgo acumulativo.
Un ejemplo concreto de este avance lo encontramos en el trabajo del Dr. José Miguel Fernández Soto, jefe del Servicio de Física Médica de nuestro hospital, quien ha publicado recientemente un artículo en una revista científica internacional. En su estudio, demuestra una reducción del 50 % en los niveles de radiación al utilizar los nuevos equipos, sin comprometer la calidad de la imagen ni la precisión diagnóstica. Este tipo de evidencia respalda de forma contundente el valor de invertir en tecnología más segura y eficiente, en beneficio de todos.
P.- ¿Qué retos enfrenta ahora la cardiología intervencionista y cómo se está preparando el hospital para afrontarlos?
R.- El principal reto es utilizar estos equipos el máximo tiempo posible. Cada vez que están parados, estamos perdiendo oportunidades de tratar a personas que necesitan estas intervenciones.
P.- Usted ha mencionado que más del 30% de la población sufrirá una enfermedad cardiovascular a lo largo de su vida. ¿Qué papel juega la prevención en este contexto?
R.- La prevención sigue siendo el pilar fundamental de una buena salud. Lamentablemente, muchas veces sólo tomamos verdadera conciencia de su importancia cuando ya estamos enfermos. Sin embargo, adoptar hábitos saludables desde temprano marca una diferencia enorme, no solamente en la cantidad de años que vivimos, sino —y quizá más importante— en la calidad de vida que disfrutamos durante esos años.
Mantenerse físicamente activo, no fumar, controlar el peso corporal, vigilar la presión arterial y realizar revisiones periódicas de nuestros análisis son medidas sencillas pero acertadas. Nos ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer y muchas otras afecciones crónicas que pueden generar un sufrimiento enorme, tanto físico como emocional.
Además, llevar un estilo de vida saludable no significa renunciar o caer en la monotonía. Es perfectamente posible disfrutar de la comida, del ejercicio y de momentos especiales sin poner en riesgo nuestra salud. Se trata de equilibrio, no de restricciones extremas. La clave está en aprender a disfrutar cuidándonos.
P.- ¿Qué mensaje le daría a la población sobre la importancia de detectar y tratar a tiempo las enfermedades del corazón?
R.- Hoy en día, en muchísimas enfermedades afortunadamente, si las detectas cuando se están iniciando, la prioridad de curarte es altísima. Lo que sucede con las enfermedades del corazón y de las arterias. Es que no producen síntomas hasta que las arterias y el propio corazón están ya afectados, sobre todo por la aterosclerosis. Aun así, si una persona ha notado dolor en el pecho, o palpitaciones, o falta de aire, o por supuesto sí, tiene mareos, bruscos o pérdidas de conocimiento, lo mejor es que consulte inmediatamente con el médico. Si llega con los síntomas, el diagnóstico es facilísimo y esto es lo más importante para luego aplicar el tratamiento adecuado.