OkSalud
Cirujano plástico y estético

Dr. Thione: «La descompresión de nervios sensoriales periféricos está indicada para la migraña crónica»

"Esta cirugía, todavía desconocida en España, es una excelente opción para el tratamiento de la migraña crónica o refractaria"

"Hasta el 90% de los pacientes reportan una mejora significativa en la frecuencia, duración o intensidad de las migrañas tras la intervención"

La migraña es un trastorno neurológico complejo que afecta a millones de personas en el mundo. Se caracteriza por intensos dolores de cabeza recurrentes acompañados de otros síntomas como náuseas, sensibilidad a la luz y el sonido y, en ocasiones, alteraciones visuales. Aunque la causa exacta aún no se comprende del todo, se cree que están involucrados una combinación de factores genéticos, neurovasculares y ambientales

Esta afección, que puede ser incapacitante para quien la sufre, representa un reto tanto para los pacientes como para los profesionales médicos, requiriendo siempre un enfoque personalizado para su diagnóstico y tratamiento.

En esa línea, en algunos casos, la migraña se origina por la irritación o compresión de ciertos nervios periféricos que se encuentran en el cráneo y la cara, debido a estructuras anatómicas cercanas, como músculos, fascias, arterias o tejido conectivo. 

«Cuando es así, la descompresión quirúrgica de los nervios sensoriales periféricos se enfoca en identificar y liberar esos nervios comprimidos, reduciendo de esta manera los estímulos que desencadenan los episodios migrañosos», explica en entrevista a OK SALUD el doctor Alessandro Thione, cirujano plástico y estético, especializado en microcirugía, cirugía reconstructiva y de la mano. 

El Dr. Thione, que ejerce actualmente como cirujano plástico en la Unidad de Cirugía Plástica y Quemados del Hospital Universitario i Politécnico La Fe en Valencia y en el Instituto de Cirugía Plástica del Mediterráneo, además se ser miembro, entre otras sociedades profesionales, de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE), sostiene que según estudios clínicos, entre el 80% y el 90% de los pacientes reportan una mejora significativa en la frecuencia, duración o intensidad de las migrañas tras la intervención. 

PREGUNTA:- ¿Sirve esta técnica quirúrgica para todo tipo de migrañas?

RESPUESTA.- No, la cirugía de descompresión de nervios periféricos no es adecuada para todas las tipologías. Su efectividad está más limitada a casos específicos de migraña crónica o refractaria, especialmente en pacientes en los que se ha identificado claramente un «punto gatillo» anatómico como origen del dolor. Estos puntos, muy molestos, son áreas donde los nervios sensoriales están comprimidos o irritados por estructuras cercanas, como músculos o fascias, y su liberación quirúrgica puede aliviar los síntomas.

Para pacientes con migrañas episódicas, migraña sin «puntos gatillo» claramente identificables, o migrañas secundarias a otras condiciones médicas, esta técnica no suele ser efectiva ni indicada. Tampoco es la primera línea de tratamiento ya que se reserva para aquellos pacientes que no responden adecuadamente a terapias farmacológicas, preventivas o no invasivas, y que cumplen criterios clínicos específicos tras una evaluación exhaustiva por parte de un equipo multidisciplinar.

Por lo tanto, el éxito de esta cirugía depende en gran medida de una correcta selección de los pacientes. Es crucial identificar si la migraña a tratar tiene un componente periférico significativo que pueda beneficiarse de la descompresión ya que, en otros casos, los resultados podrían no ser satisfactorios.

P.- ¿Le importa que afinemos un poco más en cuáles serían los requisitos necesarios?

R.- Como ya se ha comentado, no todos los pacientes son candidatos para la cirugía de descompresión de nervios periféricos, ya que esta técnica está indicada únicamente en casos específicos. Los requisitos principales incluyen un diagnóstico claro de migraña crónica o refractaria, especialmente en pacientes que no han respondido de manera adecuada a tratamientos médicos convencionales, como medicamentos preventivos, terapias agudas y enfoques no invasivos.

Uno de los criterios fundamentales es la identificación de «puntos gatillo» anatómicos específicos, que son las áreas donde los nervios sensoriales están comprimidos o irritados y generan el dolor característico de la migraña. Para confirmar este diagnóstico, suele realizarse una evaluación exhaustiva que puede incluir pruebas de bloqueo nervioso con anestésicos locales. Si estas pruebas alivian temporalmente los síntomas del paciente, es un indicativo de que la cirugía podría ser efectiva.

Además, es importante que el paciente tenga una buena salud general para someterse a un procedimiento quirúrgico y que las expectativas sobre los resultados de la cirugía sean realistas. Este enfoque no garantiza una cura total, pero puede ofrecer una mejora significativa en su calidad de vida. Por ello, es fundamental que el candidato sea evaluado por un equipo multidisciplinar que incluya neurólogos, cirujanos especializados y otros profesionales que determinen si la intervención es adecuada en cada caso específico.

P.– ¿Se realiza mucho este tipo de cirugía en España?

R.- La cirugía de descompresión de nervios periféricos para el tratamiento de la migraña no es una práctica extendida y su frecuencia es relativamente baja en España en comparación con otros países, como Estados Unidos, donde esta técnica fue inicialmente desarrollada y donde se ha popularizado en los últimos años. Existen algunos factores que explican esta realidad.

En primer lugar, el bajo conocimiento de esta técnica. Aunque dicha cirugía ha mostrado resultados muy positivos en estudios internacionales, sigue siendo relativamente novedosa. En nuestro país, muchos profesionales de la salud no están familiarizados con su aplicación como opción terapéutica y, además, la formación y especialización en esta técnica quirúrgica es limitada, lo que restringe la oferta disponible en el sistema sanitario.

Por otra parte, se priorizan sobre todo tratamientos conservadores. El sistema sanitario español, tanto público como privado, tiende a priorizar enfoques menos invasivos para tratar enfermedades crónicas como la migraña, favoreciendo tratamientos farmacológicos, terapias preventivas o neuromodulación no invasiva antes de recurrir a una intervención quirúrgica. La cirugía se reserva para pacientes seleccionados, es decir, aquellos que no responden a tratamientos estándar, lo que reduce aún más el número de procedimientos realizados.

P.–Sufrir de migrañas puede llegar a ser incapacitante, ¿puede cambiar (para bien) la vida de un paciente esta cirugía?

R.- Sí, puede transformar significativamente la vida de un paciente con migraña crónica o refractaria. Las migrañas, especialmente cuando son frecuentes e intensas, afectan a la calidad de vida, limitando la capacidad del paciente en su ámbito profesional, realizar actividades cotidianas e incluso disfrutar de momentos con su familia y amigos. Este impacto no solo es físico, sino también emocional, ya que las migrañas crónicas suelen estar asociadas con ansiedad, depresión y una sensación constante de frustración.

Para los pacientes seleccionados adecuadamente, esta cirugía puede reducir notablemente la frecuencia, intensidad y duración de los episodios migrañosos. En algunos casos, los pacientes experimentan una remisión casi total de los síntomas, lo que les permite recuperar su independencia y reintegrarse plenamente a su vida laboral y social. También puede disminuir la necesidad de medicamentos, reduciendo los efectos secundarios asociados a su uso prolongado y mejorando la sensación de control sobre la enfermedad.

En suma, el impacto positivo no se limita al alivio físico; la mejoría en la calidad de vida genera un efecto en cadena que abarca la estabilidad emocional, las relaciones interpersonales y la productividad. Para muchos, significa pasar de un estado de sufrimiento constante a una vida en la que la migraña deja de ser el eje limitante. Es, en esencia, una oportunidad de recuperar la normalidad que parecía inalcanzable antes del tratamiento.

P.– ¿Qué porcentaje de personas que se someten a esta cirugía experimentan una reducción significativa o completa de los episodios de migraña?

R.- Según estudios clínicos, entre el 80 % y el 90 % de los pacientes reportan una mejora significativa en la frecuencia, duración o intensidad de las migrañas. Aproximadamente del 50% al 60 % de los pacientes logran una eliminación casi completa de los episodios, mientras que el resto experimenta una disminución notable que sigue mejorando su calidad de vida. Es importante destacar que los resultados varíarán según la selección adecuada de los pacientes y la técnica quirúrgica utilizada.

P.–¿Existen riesgos o efectos secundarios?

R.- Como cualquier procedimiento quirúrgico, la cirugía de descompresión de nervios periféricos conlleva ciertos riesgos. Sin embargo, estos suelen ser mínimos cuando la intervención es realizada por un equipo experimentado y en pacientes bien seleccionados.

Entre los riesgos quirúrgicos generales se incluyen infecciones, hematomas, sangrado o cicatrización anómala, aunque son poco frecuentes gracias a las técnicas mínimamente invasivas que se emplean. De manera específica, también pueden presentarse alteraciones sensoriales en la zona tratada, como entumecimiento o sensibilidad reducida, debido a la manipulación de los nervios. En la mayoría de los casos, estas molestias son temporales y mejoran con el tiempo.

Es importante destacar que la cirugía no garantiza una recuperación del 100 % en todos los pacientes. Aunque, como he mencionado con anterioridad, muchos experimentan una reducción significativa en la frecuencia, intensidad y duración de las migrañas, el grado de mejoría cambia entre individuos. Algunos pueden lograr una remisión casi total, mientras que otros solo obtienen una disminución parcial de los síntomas. El éxito depende de factores como la identificación precisa de los “puntos gatillo”, la respuesta previa a los bloqueos nerviosos y las características particulares de la migraña del paciente.

Por ello, una adecuada selección y una comunicación clara sobre las expectativas del procedimiento son esenciales para maximizar los beneficios y minimizar cualquier riesgo potencial. La mayoría de los afectados por migrañas consideran que la mejora obtenida, aunque no sea absoluta, representa un cambio sustancial en esa calidad de vida tan necesaria y buscada.

P.–¿Qué nos amplía del postoperatorio?

R.- El manejo del postoperatorio tras la cirugía de descompresión de nervios periféricos para la migraña es fundamental para asegurar una recuperación adecuada y optimizar los resultados del procedimiento. Aunque se trata de una técnica mínimamente invasiva, como ya hemos reiterado, supone una serie de cuidados que debe ser seguido cuidadosamente por el paciente.

En las primeras 24-48 horas, es habitual que se experimente inflamación, molestias leves o sensación de entumecimiento en la zona intervenida. Para controlar estos síntomas, se recomienda el uso de analgésicos comunes, como paracetamol o antiinflamatorios no esteroideos, siempre bajo supervisión médica. También se puede aplicar frío local de manera intermitente para reducir la inflamación y las molestias.

Durante las primeras semanas, es crucial evitar actividades que puedan generar tensión o trauma en la zona tratada, como cargar peso, realizar ejercicios físicos intensos o movimientos bruscos. En caso de que la intervención haya sido en áreas cercanas a la cabeza o el cuello, se aconseja mantener una postura adecuada y limitar actividades que impliquen flexión excesiva de estas regiones.

Asimismo, el seguimiento médico es una parte integral del postoperatorio. Las revisiones periódicas permiten al cirujano evaluar la cicatrización, monitorear posibles complicaciones y valorar la respuesta del paciente en términos de alivio de los síntomas migrañosos. En algunos casos, se puede recomendar fisioterapia o masajes específicos para favorecer la recuperación y minimizar la aparición de rigidez o molestias residuales.

Es importante, además, que el paciente siga las recomendaciones del equipo médico al pie de la letra y mantenga una comunicación fluida ante cualquier duda o síntoma inusual, como dolor persistente, fiebre o signos de infección. La mayoría de los pacientes pueden retomar sus actividades habituales en un plazo de dos a cuatro semanas, dependiendo de la magnitud de la intervención y la evolución individual.

P.- ¿Cuáles son los pasos y características de la cirugía de descompresión de nervios periféricos para el tratamiento de la migraña?

R.- Básicamente podemos resumirlo así:

    1. Identificación del sitio de compresión: antes de la cirugía, el paciente es evaluado exhaustivamente para identificar los «puntos gatillo», es decir, las áreas específicas del cráneo donde se origina el dolor. Esto se realiza mediante exploraciones clínicas detalladas y, en ocasiones, con pruebas de bloqueo nervioso (que requiere anestesia local).
    2. Intervención quirúrgica. Bajo anestesia, el cirujano accede al área donde se encuentra el nervio afectado. El procedimiento puede incluir la liberación del nervio comprimido, la eliminación de tejido cicatricial o estructuras que ejerzan presión; y, en algunos casos, la modificación del músculo o la fascia que rodea al nervio. Los nervios más comúnmente tratados son: el nervio supraorbitario, el nervio occipital mayor, el nervio temporal y, en algunos casos, el nervio trigémino.

La característica fundamental es la minimización del impacto invasivo, ya que este procedimiento se realiza generalmente a través de técnicas mínimamente invasivas, con incisiones pequeñas que buscan reducir el tiempo de recuperación y las complicaciones quirúrgicas.

P.–¿Qué sugiere para las personas con migrañas que pudieran estar dudosas de realizarse esta intervención?

R.- Para las personas que tienen migrañas y están considerando esta intervención, pero sienten dudas, es fundamental que tomen decisiones bien informadas y reflexionen sobre su situación personal. Quisiera aportar algunos consejos para ayudarles en este proceso:

    1. Infórmate con fuentes de confianza: asegúrate de comprender en qué consiste la cirugía, sus beneficios potenciales y sus limitaciones. Consulta a especialistas en migrañas y este tipo de cirugía para obtener información clara y personalizada.
    2. Evalúa tu calidad de vida actual: si tus migrañas son frecuentes, intensas y están afectando significativamente tu capacidad para disfrutar de la vida, trabajar o realizar actividades cotidianas, esta intervención puede ser una opción que transformará tu situación actual para bien.
    3. Consulta a un equipo multidisciplinar: busca la opinión de un equipo que incluya neurólogos y cirujanos especializados en esta técnica. Un enfoque integral te ayudará a determinar si eres un candidato adecuado para la cirugía y si es probable que obtengas el máximo beneficio.
    4. Resultados esperados: es importante tener expectativas realistas. Esta cirugía no garantiza una cura total pero, en muchos casos, ofrece una enorme mejora en la frecuencia, intensidad o duración de las migrañas, lo que puede cambiar 360 grados la situación de salud actual.
    5. Reflexiona sobre las alternativas: si has agotado los tratamientos farmacológicos y no farmacológicos sin éxito, esta intervención puede ser una opción a considerar muy interesante.
    6. Habla con otros pacientes: si es posible, contacta a personas que hayan pasado por esta cirugía para conocer sus experiencias reales. Escuchar sus testimonios puede ayudarte a entender mejor los resultados y el proceso que te espera.
    7. Decide con cautela: no sientas prisa por tomar una decisión. Reflexiona sobre los pros y contras con calma y dialoga abiertamente con tu médico sobre cualquier inquietud que tengas.

En última instancia, el objetivo es que los pacientes tomen una decisión que esté alineada con sus necesidades, expectativas y bienestar físico y emocional. Al decidir dar el paso, es importante asegurarse de estar preparados y en manos de un equipo especializado para maximizar las posibilidades de éxito.