OkSalud
Presidente de la Sociedad Española de Retina y Vítreo (SERV)

Dr. G. Layana: «Las jeringas precargadas con fármacos biespecíficos mejoran la eficacia en oftalmología»

"Las enfermedades de la mácula afectan seriamente la autonomía del paciente si no se tratan a tiempo"

Las enfermedades de la retina que afectan a la mácula, como la Degeneración Macular (DMAE) son una de las principales causas de pérdida de visión en nuestro entorno porque limitan funciones cotidianas como la lectura, conducir o el reconocimiento facial, lo que impacta de forma drástica en la calidad de vida de quienes las padecen. 

En entrevista a OKSALUD, el Dr. Alfredo García Layana presidente de la Sociedad Española de Retina y Vítreo (SERV) y director del Departamento de Oftalmología de la Clínica Universitaria de Navarra destaca la importancia de la detección precoz y la introducción de innovaciones que mejoren tanto la eficacia clínica como la experiencia del paciente. Formatos como las jeringas precargadas o tratamientos biespecíficos  que bloquean al mismo tiempo dos moléculas clave que causan daño en los ojos: el VEGF-A y la angiopoyetina-2, como es el caso del medicamento faricimab representan avances significativos que permiten optimizar recursos, reducir errores y espaciar inyecciones. 

PREGUNTA.- ¿Qué impacto tienen enfermedades como la DMAE, el edema macular diabético o la oclusión de la vena retiniana en la calidad de vida de los pacientes y por qué es tan importante tratarlas de forma precoz y eficaz?

RESPUESTA.- Estas enfermedades retinianas afectan directamente a la mácula, la zona central de la retina responsable de la visión más precisa y detallada. Cuando se daña, el paciente pierde visión central, lo que repercute en actividades fundamentales del día a día como leer, conducir, reconocer rostros o incluso manejar dispositivos electrónicos lo que limita gravemente su autonomía e impacta negativamente en su calidad de vida.

Además, son patologías muy prevalentes. En el caso de la (DMAE), más de 700.000 personas en España la padecen y entre un 15-20% de ellas desarrolla la forma húmeda o neovascular, que es la más agresiva y la única que actualmente cuenta con tratamiento farmacológico eficaz. Esta forma avanzada de la enfermedad puede evolucionar rápidamente si no se trata, provocando pérdidas visuales severas y, en muchos casos, permanentes.

El edema macular diabético también representa una causa frecuente de pérdida de visión en personas con diabetes, una enfermedad crónica en expansión que afecta a más del 10% de la población española. La oclusión de la vena retiniana, por su parte, es otra causa común de edema macular, especialmente en personas con factores de riesgo cardiovascular.

Lo más preocupante es que si estas enfermedades no se detectan y tratan a tiempo, pueden provocar daños irreversibles en la retina. La pérdida de visión en estos casos no siempre se puede recuperar, por eso es clave actuar precozmente. Cuanto antes se inicie el tratamiento, mayores serán las posibilidades de preservar la visión y la calidad de vida del paciente.

P.- ¿Qué supone para la práctica clínica diaria la llegada de un formato de jeringa precargada para tratar afecciones oculares?

R.- La introducción de jeringas precargadas representa un avance importante en la práctica clínica. Simplifican el proceso de administración del fármaco, reducen pasos intermedios y, sobre todo, minimizan el riesgo de errores o contaminaciones, lo cual es especialmente relevante cuando hablamos de inyecciones intraoculares.

P.- ¿En qué se diferencia esta presentación frente a los viales tradicionales y qué beneficios concretos aporta al profesional sanitario?

R.- A diferencia del vial tradicional, que requiere varias manipulaciones previas a la inyección (como el traspaso del fármaco a la jeringa), la jeringa precargada ya viene lista para usar. Esto reduce el tiempo de preparación, mejora la eficiencia en consulta y, sobre todo, garantiza una mayor seguridad y precisión en la dosificación. Para el profesional sanitario, supone una herramienta más fiable y cómoda.

P.- ¿Cómo repercute esta nueva forma de administración en la experiencia del paciente? ¿Mejora su comodidad o su percepción del tratamiento?

R.- Aunque el procedimiento sigue siendo una inyección intraocular, los tiempos de espera se acortan, lo que hace que la visita al centro médico sea más ágil. Además, una preparación más sencilla y segura también reduce la ansiedad del paciente al saber que todo el proceso está optimizado.

Es importante destacar que las inyecciones intravítreas generan bastante ansiedad, especialmente en las primeras ocasiones, debido al temor que implica recibir una inyección en el ojo pero es un procedimiento muy bien tolerado y prácticamente indoloro. Esta buena tolerancia, junto con la mejora en la logística y la seguridad, contribuye significativamente a una mejor percepción del tratamiento y refuerza la confianza del paciente en todo el proceso.

P.- ¿Cómo funciona el mecanismo biespecífico de faricimab y por qué se considera innovador?

R.- Faricimab es un tratamiento innovador para enfermedades de la retina porque actúa de forma «biespecífica», es decir, bloquea al mismo tiempo dos moléculas clave que causan daño en los ojos: el VEGF-A y la angiopoyetina-2. Estas sustancias están relacionadas con la formación de vasos sanguíneos anómalos y la pérdida de estabilidad en los vasos de la retina.

Al actuar sobre ambos factores a la vez, faricimab ayuda a mantener los vasos sanguíneos más estables y reduce la inflamación y el daño en la retina. Esto se traduce en una mejora más duradera de la visión y permite espaciar más las inyecciones, lo que hace que el tratamiento sea más cómodo para el paciente. Su carácter innovador está precisamente en este doble efecto, que mejora tanto la eficacia como la experiencia del tratamiento.

P.- ¿Qué retos persisten en el abordaje de estas enfermedades retinianas y qué papel pueden jugar nuevos formatos como este?

R.- Uno de los principales retos en el abordaje de las enfermedades retinianas es la alta carga asistencial que suponen tanto para los pacientes como para el sistema sanitario, debido a la necesidad de visitas frecuentes, inyecciones periódicas y un seguimiento constante. De hecho, Oftalmología presenta algunas de las listas de espera más largas, tanto a nivel médico como quirúrgico ya que es necesario disponer de personal entrenado, espacios adecuados, protocolos de seguimiento y un flujo constante de pacientes que deben ser tratados cada pocas semanas.

En este sentido, los nuevos formatos, tanto en el desarrollo de fármacos como en los dispositivos de administración, pueden ayudar significativamente a reducir esta carga y a mejorar la adherencia al tratamiento, lo cual es esencial para preservar la visión a largo plazo. Y no sólo se beneficia al paciente individual, sino que también se convierte en una herramienta clave para aliviar la sobrecarga de los servicios oftalmológicos y mejorar la sostenibilidad del sistema de salud.

P.- ¿Qué mensaje le transmitiría a los pacientes que padecen estas patologías sobre el futuro del tratamiento y su calidad de vida?

R.- Quiero transmitirles un mensaje de esperanza. En los últimos años hemos asistido a grandes avances en el tratamiento de las enfermedades retinianas, y la investigación sigue avanzando a muy buen ritmo. Cada vez disponemos de terapias más eficaces, seguras y cómodas. Con un diagnóstico precoz y un seguimiento adecuado, es posible mantener una buena calidad de vida durante muchos años.

Además, me gustaría recalcar que desde la Sociedad Española de Retina y Vítreo (SERV) seguimos comprometidos con la formación, la investigación y la divulgación científica para seguir mejorando el abordaje de estas patologías. Nuestra prioridad es que cada paciente reciba un tratamiento personalizado, basado en la mejor evidencia científica disponible.