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Los consejos para evitar el envejecimiento de las manos

Seguramente ya sabes, por experiencia, que las manos están entre las partes del cuerpo que más rápido envejecen, que con mayor velocidad evidencian el maltrato al que a veces las sometemos. Por eso, creemos que varios consejos para evitar el envejecimiento de las manos podrían serte de utilidad en el futuro, y si los aplicas, pronto vas a notar las diferencias con su aspecto actual.

Situaciones como las actividades diarias, y por qué no también los factores climáticos, poseen una incidencia directa sobre la salud de nuestras manos, y si no tomamos cartas en el asunto, y nos encargamos de cuidarlas, es probable que notemos un cierto deterioro acelerado.

Además, habida cuenta de que estas zonas del organismo no acumulan grasa como otras, es común que la ausencia de elastina y colágeno las haga lucir como avejentadas, poco agradables a la vista.

¿Cómo cuidar las manos del envejecimiento?

Una de las cosas que deberás considerar a partir de ahora, que tenemos muchos más conocimientos en la materia, es que no hace falta estar lavándose las manos constantemente, ni siquiera cuando ello suponga un avance en la lucha contra la Covid, más presente en el aire que en el cuerpo.

Dicho esto, tienes que lavarte las manos un par de veces por día como máximo, o cuando pienses que es necesario, pero sin exagerar, pues eso puede provocar resequedad. Usar un hidratante cuando hayas terminado lavarlas tampoco es una mala idea para la mejor recuperación.

Entre los productos que se han vuelto muy recomendables para las manos, sobre todo en estos días en los que las grandes ciudades nos exponen al aire contaminado, tenemos aquellos que poseen aportes de ácido hialurónico y vitaminas A, E, F y H, revisando siempre que sean aptos absolutamente para todo tipo de pieles, descartando reacciones alérgicas. Con esto podemos evitar el envejecimiento de manos.

Junto a ello, tienes que prestar atención a no dejar tus manos al sol durante demasiado tiempo, especialmente en esas horas en las que los rayos solares pueden causar más daño, como aquellas que van desde media mañana hasta media tarde. Si debes realizar labores de jardinería al rayo del sol, por poner un ejemplo, puedes colocarte guantes para protegerlas.

Lo mismo puede decirse del invierno, época en la que tanto el frío como la lluvia, o la nieve, dejan tus manos en una condición de vulnerabilidad extrema, de las que deberías cuidarles mediante el uso de guantes abrigados, que preserven su temperatura y el agua helada no las afecte.