¿Conoces la trimetilaminuria o el síndrome del olor a pescado?
Aunque sueñe algo extraño, existe la trimetilaminuria o el síndrome del olor a pescado que se produce cuando algunas personas, que tienen desorden metabólico, desprenden un olor parecido al pescado y, claro, no resulta demasiado agradable.
Este olor se libera a través del aliento, la sudoración o de la orina. Y esto se da porque por un desorden que hace que no surjan los mecanismos enzimáticos que debería eliminar la trimetilamina, por la degradación bacteriana previa de aminoácidos como la colina.
Realmente hablamos de un síndrome minoritario, puesto que afecta entre un caso cada 40.000 personas y un caso cada 200.000 personas.
¿Cuál sería su tratamiento?
Puede reducirse mediante diferentes acciones y hábitos, pero en general no hay tratamiento etiológico para la forma genética. Según la Formación Activa en Pediatría de Atención Primaria, el único disponible es el dietético, que se basa en la disminución controlada de los precursores de TMA, procedente de la alimentación, principalmente de su mayor fuente (TMANO y colina).
La colina se encuentra en de diversos alimentos como huevos, vísceras, algunas hortalizas como leguminosas, judías, espinacas o guisantes, frutos secos, productos de soja, algunos pescados (bacalao y salmón), comida rápida (fast food) y hojas y flores del género brassica: coles de Bruselas, coliflor, brócoli…
Además debemos usar determinados productos de higiene corporal tales como geles, jabones, lociones y cremas cutáneas de pH ácido (5,5-6,5) para neutralizar químicamente la TMA, que es alcalina.
Medicamentos
Otra manera de reducir los signos de las personas que sufren trimetilaminuria es tomar ciertos medicamentos como metronidazol, o bien los absorbentes y laxantes como la lactulosa, para disminuir el tiempo de tránsito intestinal.
La Formación Activa en Pediatría de Atención Primaria nombra que los expertos en este síndrome también recomiendan ducharse al menos dos veces al día con geles con pH entre 5,5 y 6,5, de mayor acidez que el pH neutro que utilizamos habitualmente. También es factible cambiarse la ropa interior tras cada lavado, y utilizar desodorantes neutros y sin olor.
A nivel psicológico
Si bien no hay riesgo de que sea algo grave, a nivel psicológico quienes desprenden este olor a pescado o trimetilaminuria pueden pasarlo algo mal porque se sienten rechazados por la sociedad. Este olor hace las personas se distancien de ellas, que queden en aislamiento social, y que no tengan un contacto directo con el resto de la sociedad.
Entonces el tratamiento psicológico es también una de las bases que necesitan las personas afectadas con el fin de llevar una vida mejor mentalmente.
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