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Cómo tratar y cuidar los pies y talones con el frío

Se avecinan días con algo más de frío y debemos ser previsores. Hay partes del cuerpo que sufren más que otras y los pies son un perfecto ejemplo. Hay problemas de sequedad y rozaduras, entre otros. Por esto nada mejor que tratar y cuidar los pies y talones con el frío.

No necesitamos demasiado para mantener nuestro cuerpo en forma ante la llegada del invierno. Con simples pasos, podremos mantenerlos saludables y lucir unos pies radiantes en el interior de unas sandalias de invierno, tan habituales en las próximas fiestas.

Las claves para cuidar los pies y talones con el frío

Mantén una buena higiene

Según Mabofarma, lo ideal es lavar los pies a diario con agua tibia y jabón suave para eliminar la acumulación de sudor y suciedad. Asegúrate de secarlos completamente, especialmente entre los dedos, para prevenir la aparición de hongos.

No solamente pueden hacer daño las sandalias si no también con las botas que llevamos cerradas donde la acumulación de bacterias puede ser una constante.

 Exfolia regularmente

Lo reconocemos, los pies suelen ser aquella parte olvidadas del cuerpo a la que no solemos prestar atención. Solo cuando la cosa ya está avanzada, tenemos ampollas, nos duelen, hay rozaduras y todo está más seco.

Uno de los cuidados es hacer una exfoliación suave una vez por semana para eliminar las células muertas de la piel y mantener tus pies suaves. Se puede practicar de diversas maneras, por ejemplo con piedra pómez o un exfoliante específico que sea para pies. Y si los tienes más delicados o secos, entonces debe ser una crema para este tipo de pies algo sensibles.

Hidratación intensiva

Si sabes que necesitas hidratación en tus pies, un remedio es aplicar crema hidratante o aceite especial sobre ellos diariamente. Lo mejor es hacerlo por la noche antes de ir a dormir.

Los resultados suelen ser positivos: prevenir la sequedad y las grietas, muy habituales en invierno, dejando tus pies suaves y flexibles. Notarás resultados en algunos días pero debe ser un hábito a adoptar.

Cuida tus uñas

Hay muchas partes en los pies. Y las uñas son una de ellas. Deben estar debidamente cuidadas,  cortadas y limpias. Lo mejor es no cortarlas demasiado, limar los bordes para evitar las uñas encarnadas y tener cuidado de ellas.

Evita el sudor excesivo

Como hemos avanzado, las botas, los zapatos cerrados, los tacones… también merman la salud de los pies durante el invierno.

Se aconseja usar calcetines de algodón o de materiales transpirables para absorber el sudor aunque haga frío. Mientras que es mejor no usar calzado sintético o ajustado que pueda provocar una mayor transpiración.

Alternancia de calzado

Ya que podemos usar botas, deportivas y zapatos, entonces hay evitar usar los mismos zapatos todos los días para permitir que tus pies respiren y evitar la fricción constante en las mismas áreas.

Los zapatos deben ser de calidad, no hacer daño, mejor de piel, con buen soporte y amortiguación, no rozar la dermis, etc.

Callos y durezas

Aunque es en verano cuando salen mucho más, los zapatos cerrados también provocan estos problemas en los pies. Hablamos de los callos y durezas. En este caso, lo mejor es un tratamiento. Mejor con cremas o parches específicos para tal fin.

Visitar al podólogo

Cuando las cremas no hacen efecto, el profesional siempre nos puede dar un tratamiento a medida. Podemos ir al médico o bien al especialista, y al podólogo, que es quien nos dará el consejo sobre si nuestros pies están mejor o peor o bien, y seguramente nos aporte ese bienestar que necesitamos para esta parte crucial del cuerpo.