¿Cómo afecta el frío a nuestro cuerpo?

Empezamos un invierno algo álgido y con nevadas en diferentes regiones del país. El frío intenso reseca nuestra piel, pero también ofrece diferentes consecuencias. Veamos cómo afecta el frío a nuestro cuerpo.

Todo ello también depende de las enfermedades que tenga una persona, su género, edad y la exposición al frío.

Mujeres y mayores notan más el frío

Por norma general y según los especialistas, cuanto más mayores nos hacemos, solemos notar más el frío y las mujeres también lo acusan con mayor intensidad.

El riesgo de infarto aumenta el 20%

Según Normon, durante el invierno y con el frío más extremo se aumentan las probabilidades de sufrir un infarto de miocardio. Esto se debe a que el organismo contrae los vasos sanguíneos para conservar más el calor (vasoconstricción), aumentando así el riesgo de obstrucción y aumentando también las probabilidades de que esta obstrucción derive en un paro cardíaco.

Ahora bien, esto puede incidir más en aquella personas que sufren algún tipo de enfermedad  crónico-degenerativa, también en los que tienen obesidad, los fumadores y en personas que sean mayores de 50 años.

Dolores de cabeza

Los que suelen tener migraña y dolores de cabeza lo tienen más intenso en días de invierno. Muchos, incluso, pueden notar este dolor antes de que llueva.

Hipotermia

Si estamos en la calle o con mucho frío y ha nevado (y no vamos realmente muy abrigados) también aumenta el riesgo de sufrir hipotermia. Esto produce una  temperatura corporal anormalmente baja que va por debajo de los 35 grados.

Normon explica que suele ser una de las respuestas más comunes a la pregunta cuáles son los efectos del frío en la salud es la hipotermia. Los síntomas más tempraneros de la hipotermia es la contracción de manos y pies, los escalofríos, piel de gallina, aumento de la frecuencia respiratoria y cardíaca… pero hay otros síntomas más grave que pueden estar relacionados con la dificultad para moverse, la somnolencia, confusión mental. Esto puede llegar a derivar en el fallo de los órganos vitales y posteriormente en la muerte.

Frío y piel

Los problemas de frío también inciden directamente  en nuestra piel. Lo que se observa es que se reseca mucho más y esto tiende a deshidratarse. Surgen dermatitis atópica e irritaciones que agravan el problema en esta época del año y también en verano. Así que es normal que en estos meses haya sabañones, inflamaciones, manchas rojas, picores y molestias.

Enfermedades mentales

En esta época del año, cuando salimos menos, hace frío y menos sol, algunas enfermedades relacionadas con la mente surgen mucho más. Una de estas es la depresión, pues este problema puede agravarse con el frío. Los días son más cortos y muchas personas pierden motivaciones y el interés hacia diversas cosas.

Al salir menos también hay más probabilidades de sufrir aislamiento social. A todo ello se le conoce como depresión estacional y si bien algunas personas las sufren temporalmente y cuando pasa el frío, ya se sienten mejor, para otros puede convertirse en algo crónico.

Lo que debemos hacer para no caer en esta situación es obligarnos a salir aunque haga frío. Hay que abrigarse bien, salir a pasear, a comprar y si estamos en casa entonces hacer todo aquello que nos motive para no caer en ninguna de las posibles enfermedades mentales que se pueden desarrollar.

Más enfermedades en invierno

Por regla general, surgen mayor número de enfermedades en invierno porque los virus circulan más durante esta época. Algunos estudios han dado cuenta de que algunos patógenos se benefician de las bajas temperaturas, ya que son capaces de sobrevivir más tiempo en el aire frío y seco.

¿Cuál es la relación del frío con la artrosis?

También hay una relación directa entre el frío, la artrosis y la presión. En algunos estudios se ha dado  a conocer que quienes tienen artrosis pueden notar más dolor cuando bajaba la presión atmosférica y esto mismo también sucede con la artritis y el frío.

Gripe, constipados…

¿Cómo afecta el frío a nuestro cuerpo? Pues de muchas otras maneras. Es en estos meses cuando aumentan la gripe, los constipados y también los catarros que suelen afectar a diferentes partes del cuerpo como en la nariz, la garganta, la laringe. Las manifestaciones son conocidas por todos: mucosidad, lagrimales, fiebre, tos, fatiga general.

En esta época también es común que se produzca la inflamación de la faringe o faringitis, además de las anginas.

Otitis

Este dolor en los oídos surge o bien en verano por una acumulación de agua en los oídos y también en invierno cuando el origen suele ser por mocos y constipado. Es decir, se relacionan con enfermedades respiratorias. En este caso, la otitis suele afectar a los niños en su mayoría.

Neumonía

Otras enfermedades que se agravan en esta época del año son las relacionadas con los pulmones. Covid-19 a parte, que también aumenta estos problemas, la neumonía es mucho más intensa con el frío. Surge por un virus, bacterias u hongos.