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Receta de pollo con vinagre balsámico, ajo y guisantes

Este pollo con vinagre balsámico, ajo y guisantes es perfecto para cuidarnos y disfrutar.

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Este pollo con vinagre balsámico, ajo y guisantes es perfecto para cuidarnos y disfrutar. Esta receta además de estar deliciosa es low cost, realizada con ingredientes de temporada nos ayudará en esta cuesta de enero. Usaremos una pechuga de pollo o cualquier parte que tengamos en casa, con los muslos también estará increíble. Esta carne blanca tendrá unos compañeros especiales, el ajo, le dará su sabor intenso y fuerza. Los guisantes aportarán ese color verde y punto de fibra que una salsa con el sabor del vinagre balsámico conseguirá crear. Atrévete a probar un plato completo y ligero muy fácil de preparar.

Ingredientes:

Cómo preparar un pollo con vinagre balsámico, ajo y guisantes

  1. Esta receta es muy fácil de cocinar y quedará deliciosa. Empezaremos con la pechuga de pollo. Vamos a lavarla, le quitamos cualquier pielecilla que pueda tener y la dejamos secándose, mientras seguimos con el resto de los ingredientes.
  2. Ponemos la pechuga de pollo a macerar. Añadimos los ajos pelados y picados y el vinagre. Untamos bien y dejamos que el pollo macere en la nevera unos 30 minutos como mínimo.
  3. Mientras preparamos el aceite. Colocamos en una sartén un chorrito de aceite con una cucharadita de chile, le dará un toque extra de sabor a este pollo.
  4. Pasados los 30 minutos, sacamos el pollo, guardamos el macerado y lo salpimentamos al gusto. Freiremos el pollo en el aceite durante unos 3 minutos. Dependiendo del grosor de la pechuga puede tardar un poco más.
  5. Retiramos la carne cuando esté bien sellada. La ponemos sobre papel absorbente para que elimine el exceso de aceite.
  6. Pelamos la cebolla y la cortamos muy finita. Colocamos la cebolla en el mismo aceite en el que se ha cocinado el pollo. Pochamos hasta que esté tierna.
  7. Incorporamos el caldo de pollo y la crema de leche. Añadimos los guisantes que tardarán unos minutos en estar listos. Usaremos unos guisantes congelados o de lata, son muy fáciles de cocinar y nos quedarán perfectos.
  8. Salpimentamos esta salsa al gusto. Si nos queda muy espesa le añadimos un poco más de caldo. Cuando los guisantes estén listos colocamos de nuevo el pollo.
  9. Servimos esta maravilla con un poco de pan integral. Disfrutaremos de un pollo sencillo con todo el sabor de unos ingredientes naturales.